El Arzobispo rechaza mediaciones e insta a las exmonjas de Belorado a cumplir la legalidad

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Burgos, 26 jun (EFE).- El Arzobispado de Burgos vuelve a reclamar a las diez exmonjas de Belorado que cumplan la legalidad y abandonen el monasterio e insiste en que "no tiene sentido" que planteen una interlocución con una "comisión profesionalizada" cuando no existe ningún conflicto y han abandonado la Iglesia por una decisión "libre y personal".

En un comunicado de respuesta al hecho público por las religiosas este miércoles a través de sus abogados, la comisión gestora nombrada por el arzobispo Mario Iceta, en calidad de comisario pontificio, "celebra" que las exreligiosas reconozcan la autoridad de los tribunales porque "efectivamente a ellos les corresponde velar por el cumplimiento de la legalidad".

Sin embargo, cuestionan que las excomulgadas vuelvan a pedir una solución extrajudicial al conflicto, pues "no puede entenderse como un conflicto la actuación del comisario pontificio y representante legal nombrado por la Santa Sede" para preservar la integridad de la persona jurídica de los monasterios y de quienes legítimamente habitan en ellos.

De ahí que hayan insistido en que "no tiene sentido la interlocución con «comisión profesionalizada» alguna; únicamente el cumplimiento de la legalidad", ha respondido el Arzobispado a ese comunicado en el que las religiosas se desvinculan de la Pía Unión y afirman que "caminan solas".

Tampoco que las exmonjas hayan justificado la creación de dos asociaciones civiles para "querer secularizar la actividad que llevan a cabo en el monasterio" pues, ha apuntado el Arzobispado, el monasterio ya tiene naturaleza civil, al tener personalidad jurídica canónica en virtud de los Acuerdos Jurídicos de 1979 entre la Santa Sede y el Estado Español.

Al mismo tiempo, el Arzobispado ha negado que hayan amenazado a las exclarisas con el uso de la fuerza pública o la coacción, insistiendo en que en su condición de excomulgadas, y expulsadas de la vida consagrada, han dejado de ser legítimas poseedoras del inmueble y carecen de título legal para habitarlo.

De ahí que el pasado lunes el propio Iceta anunciase que "de no procederse a una salida voluntaria, se iniciarán las acciones a las que haya lugar".

"El monasterio de Belorado es propiedad de la Comunidad de Religiosas Clarisas de Belorado", ha apuntado el Arzobispado, lo que lo convierte en un bien de titularidad eclesiástica, y además su título legítimo le corresponde a la persona jurídica, no a personas físicas.

Las diez monjas excomulgadas ya no forman parte de la comunidad, de ahí que se les haya pedido que voluntariamente abandonen el convento, han indicado, pues sus legítimas poseedoras son las cinco hermanas mayores no excomulgadas y otras tres religiosas que ahora no están en el monasterio, y que conforman la comunidad.

"Por lo tanto, no se ajusta a la verdad la afirmación de que se les «pretende echar hasta las puertas de la calle», como si fuera una decisión arbitraria", han aseverado, y rechazan que quieran causar ningún perjuicio a las excomulgadas, pero "son ellas quienes se han apartado de la Iglesia católica por una decisión "libre y personal" y han dejado de ser monjas.

Además, el Arzobispado de Burgos ha recordado que las exclarisas han recurrido a la fuerza pública, cuando solicitaron la presencia de la Guardia Civil el pasado 6 de junio, ante una visita de la comisión gestora enviada por el arzobispo, Mario Iceta, en calidad de su nombramiento como comisario pontificio.

También han denunciado a Iceta por abuso de poder, usurpación de representación legal y vulneración del derecho a la libre asociación, denuncia ante la Policía Nacional que ratificaron días después en los juzgados de Burgos.

La comisión gestora ha reiterado que como comisario pontificio Iceta tiene plenos poderes sobre la comunidad, tanto religiosos como patrimoniales y económicos, y en ellos se ha amparado para intervenir las cuentas, que presentan un "evidente problema de liquidez ya que el saldo obrante no permite satisfacer todos los pagos de manera inmediata".

De ahí que, como anunciara el Arzobispado en la mañana de este miércoles, estudiarán las facturas y nóminas remitidas por la exabadesa, con cargos que ascienden a los 20.000 euros, y que se abonarán a través de fondos de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu.

El Arzobispado de Burgos ha aprovechado para manifestar, una vez más, su preocupación por las hermanas mayores, en especial por la falta de atención espiritual, y ha aseverado que la presencia de las exreligiosas en Belorado dificulta el acompañamiento de las mayores, del que tendrán que encargarse clarisas enviadas por la Federación.EFE

pcr/fp

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