Certezas e incertidumbres de España

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Roberto Morales

Donaueschingen (Alemania), 26 jun (EFE).- El estilo renovado de una España con apuesta ciega por sus extremos de la mano de Luis de la Fuente, su fortaleza como equipo, unido en el sacrificio defensivo para avanzar a octavos con pleno de triunfos y sin encajar goles, son certezas en una Eurocopa 2024 en la que nunca se vio en un escenario negativo y tuvo poca pegada para el fútbol exhibido.

. Las certezas de España

Con el máximo respeto al estilo con el que conquistó Europa y el mundo, sin renunciar al toque como seña de identidad, los tiempos han cambiado en el mundo del fútbol y Luis de la Fuente entiende que de la manera que antes se arrinconaba, se le hacía perder la identidad al rival sometiéndolo en su campo y se le acababa tumbando, ahora no da el mismo resultado.

A la presión alta que ya instaló Luis Enrique en el inicio de la evolución del estilo del éxito, le ha añadido un menor tiempo de posesión de balón y un mayor vértigo. España digiere menos cada acción y culmina más.

"Nosotros siempre intentamos ser dominadores del juego con la posesión pero tenemos otros registros que son muy verticales por las condiciones de los futbolistas. El porcentaje de victorias a mayor posesión ha disminuido muchísimo. Y te hace grande tener dos registros diferentes", apuntó De la Fuente. España, tras 111 partidos, perdió la posesión en su puesta en escena en la Eurocopa 2024 y ganó con la contundencia que refleja un 3-0 en el marcador. Nuevos tiempos.

La nueva seña de identidad de España se ha ganado el respeto de todos los rivales a base de descaro. Nico Williams por la izquierda y Lamine Yamal por la derecha aumentan el temor a ser desbordado. El riesgo de los laterales si no reciben ayudas es alto, como da fe Giovanni Di Lorenzo, y el nivel de acciones de uno contra uno y de regate aumentan en la selección española.

De la Fuente cuenta con dos futbolistas que abren el campo y atacan a la defensa rival cuando se miden a defensa de cuatro, y si lo hacen ante una selección que decida protegerse con cinco, buscan el central exterior para dejar paso a la subida de los laterales con profundidad como son Dani Carvajal y Cucurella. Las bandas cobran un gran protagonismo como la presencia siempre de un 9 puro y la llegada de jugadores de segunda línea para terminar jugada.

Hasta Pedri, jugador que más justo llegó en el aspecto físico al torneo, se vacía en la presión y aguanta lo que le da el cuerpo a máxima intensidad. España es un bloque unido en el esfuerzo que incomoda al rival mordiendo siempre en la presión. Ha recuperado 123 balones y el factor importante es dónde lo hace, gran parte en campo rival para lanzar ataques con velocidad.

La unidad en el esfuerzo del colectivo hace que la selección española, con Unai Simón dos partidos y David Raya en uno, no haya encajado por primera vez en su historia ningún gol en la fase de grupos. Tres porterías a cero que impulsan el éxito. Sin fisuras, realizando bien el repliegue tras pérdida salvo en momentos de desajustes ante Albania en un partido en el que jugó ya teniendo la clasificación a octavos certificada como líder antes del inicio.

Uno de los mayores logros de Luis de la Fuente, en el que insiste de forma recurrente, es el concepto "familia". El bien del grupo siempre por encima del individual. Su equipo titular, con apuestas inesperadas como Marc Cucurella por delante de Alejandro Grimaldo, Fabián Ruiz ganando el pulso a Mikel Merino y el rol indiscutible de Pedri tras año y medio de ausencias que pasa a Dani Olmo a ser secundario como no acostumbraba, no ha generado nada de ruido ni problemas en el vestuario.

El once de la selección española está más que definido para los octavos de final. Los titulares descansados por ser reservados ante Albania y los suplentes, contentos por haber debutado ya todos salvo el tercer portero Álex Remiro, preparados para cuando se les pida saltar al campo. "El papel del que sale desde el banquillo es como mínimo igual y la mayoría de veces más importante que el que comienza el partido", insiste De la Fuente. De esta manera cuenta con revulsivos como Ferran Torres, Olmo o Joselu si un encuentro se tuerce y quiere acabar en área rival. Variantes con dos jugadores por puesto de total confianza para el seleccionador. Y como asegura "buenas personas", que para el técnico es más importante que el nivel futbolístico.

. Las incertidumbres de España

Solamente en su estreno, ante Croacia, España exhibió una pegada que tumbó al rival con la contundencia de tres tantos desde el minuto 29 al descanso. Ante Italia no acompañó su exhibición futbolística con goles y se estrelló continuamente con Donnarumma para provocar el récord de paradas en un partido del portero con su selección, y ante Albania no concretó su dominio del primer acto en nada más que el tanto de Ferran Torres.

Hasta un total de 148 ataques y 48 disparos, de los que 16 fueron a puerta, para conseguir cuatro goles, ya que el quinto fue en propia puerta, con el que se derrotó a Italia. Un bajo balance que rebaja la media de gol que presentaba la selección española con De la Fuente, disparada en su último año con 3,27 de media antes de la Eurocopa.

En ninguno de los tres partidos disputados por la selección española se ha visto obligada a tener que responder en la presión. Lo máximo fue ante la reacción de orgullo de Croacia en cada tanto encajado, cuando apareció la figura de Unai Simón con firmeza.

Siempre con ventaja en el marcador en un partido que sentenció al descanso en su debut, atropellando a Italia con un vendaval futbolístico y sin recibir un solo disparo a puerta, con la tranquilidad de no jugarse nada más que el prestigio frente a Albania, siendo más permisivo en las marcas y permitiendo lucir reflejos a David Raya. Nunca se ha visto por debajo en el marcador, obligado a marcar para no quedar eliminado en un momento en el que aparecen los jugadores decisivos.

A dos días del debut una sobrecarga muscular echó el freno a Aymeric Laporte. Tras jugar ante Croacia cayó Nacho Fernández, Y después de debutar en la recta final mostrando su gran momento de forma, Ayoze Pérez sufrió una elongación muscular. Tres percances musculares que han condicionado a la selección española.

La cantidad de partidos que disputan los futbolistas de equipos grandes, cada vez inmersos en más competiciones y con menos tiempo de descanso, provoca que lleguen al límite de fuerzas a final de temporada. Los calambres de Rodri Hernández en el primer partido son el ejemplo. Futbolista clave en el éxito del Manchester City y el gran referente de la selección española que está lejos de su plenitud de forma en la Eurocopa. Dos tarjetas en dos partidos le dio un respiro que necesitaba en la tercera jornada del grupo. Perder a un futbolista de su dimensión sería la peor noticia para De la Fuente en los cruces con selecciones como Alemania, Francia o Portugal en su camino a la final. EFE

rmm/jl

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