La Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a Unicaja a devolver 6.000 euros a un cliente que fue víctima de una ciberestafa en la que se le hizo creer que operaba con la entidad, al entender que el usuario actuó “como con toda probabilidad habría realizado gran parte de la población”. En una sentencia fechada el pasado mes de marzo a la que ha tenido acceso EFE, la Audiencia rechaza el recurso de la entidad financiera contra un fallo de diciembre de 2023 de un juzgado de Mieres (Asturias). El cliente clicó un enlace que parecía proceder de su banco -Unicaja-, y perdió 6.000 euros al instante.
En primera instancia, el juzgado de Mieres dio la razón al cliente al considerar que existió un incumplimiento contractual por parte del banco al no haber comprobado la autorización de la orden de pago y no disponer de un adecuado sistema de seguridad que previniera este tipo de órdenes fraudulentas, por lo que condenó a la entidad a reembolsar los 6.000 euros.
La Audiencia afea a Unicaja “el gran número de estafas de este tipo” perpetradas en pocos días lo que evidencia “la falta de medidas o la quiebra de las que pudiera haber tomado”; se trata además de una práctica “poco habitual”, lo que debió haber llevado al banco a constara que se trataba de un fraude.
El banco debía de ser consciente de que se trataba de una estafa
El cliente procedió "como con toda probabilidad habría realizado gran parte de la población, por más que sea usuaria de esos canales tecnológicos, en los que el refinamiento en el desarrollo de la actividad delictiva parece ir un paso por delante de las barreras que se ponen para evitarla, y pese a que, sin duda, es a la entidad a quien corresponde implementar todos los medios precisos para anticiparse a esa actividad", señalan los magistrados.
Desde la asociación de consumidores Asufín destacan que los magistrados de segunda instancia “ya están condenando a las entidades a devolver el dinero sustraído por cibercriminales, entendiendo que existe una responsabilidad superior por parte de los bancos a la hora de proteger sus sistemas y, con ello, el dinero de sus clientes”. Asufín aplaude este criterio, ya que en la lucha efectiva contra las ciberestafas la mejora de la seguridad por parte de las entidades tiene un peso definitivo.
* Información elaborada por EFE