Enrique Ponce salió a hombros junto a Galván y Tomás Rufo en su despedida de Alicante

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Alicante. 23 junio (EFE).- Emotiva despedida de Ponce en Alicante, que salió a hombros junto a David Galván y Tomás Rufo, y una muy interesante corrida de Daniel Ruiz, que propició lucidas fases de toreo de los tres espadas, destacando la rotundidad de Rufo en el sexto.

Enrique Ponce no tardó en devolver el cariño mostrado por la afición de Alicante, en la persona de su alcalde, el empresario de la plaza, Nacho Lloret, de quienes recibió una placa conmemorativa de su despedida de la plaza alicantina, y el público presente en la plaza, que le obligó a saludar antes de que saliera el primero de la tarde.

El valenciano lo hizo cortando una oreja al primero de la tarde, un toro brindado al público y con el que Ponce lució en el recibo a la verónica. El de Daniel Ruiz se movió con casta, y Ponce le dio réplica con elegancia y técnica, alcanzando mayor altura en el toreo con la diestra.

Sin embargo en el cuarto Ponce tuvo que administrar el medido fuelle de su antagonista. El de Daniel Ruiz tuvo nobleza pero el fuelle medido, por lo que el valenciano sacó a relucir su templanza y sapiencia, llevándolo a media altura sin obligarlo hasta mantenerlo, meritoriamente, sin que se cayera, e hilvanando una faena de difícil consecución dada la condición de su oponente.

El resultado final fue el paseo de una oreja, incluso llegando a escuchar dos avisos, y una atronadora ovación tras la vuelta al ruedo, teniendo que dar una segunda por aclamación.

David Galván empezó a dejar constancia del corte de torero que es ya en las mecidas y arrebatadas verónicas de recibo al segundo, que resultó bravo y enclasado. Tras brindar a Ponce, Galván compuso un trasteo entonado aunque con altibajos en el que lo más relevante llegó en el toreo por el pitón derecho, aunque el de Daniel Ruiz embistió igualmente bien por el izquierdo.

El balance quedó en oreja (con aviso) para el torero, y gran ovación para el toro en el arrastre. No llegó a tomar verdadero vuelo el trasteo del gaditano al serio quinto, al que le costó ir tras las telas, pero al que Galván expuso y despachó a la primera, necesitando, eso sí, de un golpe de verduguillo. Una generosa oreja le abrió la puerta grande de Alicante.

Tomás Rufo salió arreado. Recibió al tercero de rodillas con dos largas cambiadas, e inició faena de muleta de rodillas igualmente. En el toreo por ambos pitones hubo garra y estética, si bien optó por arrimarse demasiado pronto, impidiendo que el toro prosiguiera persiguiendo la muleta con clase y pujanza, como hizo en la totalidad de la lidia.

El fallo con los aceros desbarató el esfuerzo del toledano. Pero se desquitó en el encastado sexto, al que cuajó con capote en un magnífico saludo a la verónica, y en una faena de muleta firme, abundante en cantidad y calidad, sometiendo las acometidas del toro albaceteño y sumándose al carro del triunfo de sus compañeros, aunque en su caso, paseando las dos orejas de un mismo toro, este que cerró festejo.

Ficha:

Plaza de toros de Alicante. Quinto festejo de feria. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.

Se lidiaron seis toros de Daniel Ruiz, bien presentados y de variado juego. Mejores primero, segundo, tercero y sexto.

Enrique Ponce (de gris plomo y oro): media estocada entera arriba (oreja); pinchazo hondo arriba y descabello (oreja tras dos avisos).

David Galván, que sustituía a Morante de la Puebla (de verde botella y azabache): pinchazo y estocada entera arriba (oreja tras aviso); estocada entera arriba y descabello (oreja tras aviso).

Tomás Rufo (de malva y oro): dos pinchazos y estocada entera perpendicular (ovación con saludos); estocada entera desprendida (dos orejas).

Los tres toreros salieron a hombros. Juan Rojas saludó tras banderillear al segundo.

J.C.S./fp

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