Repsol, optimista, pide a UE que confíe en "inteligencia" del ciudadano en esta transición

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Madrid, 21 jun (EFECOM).- El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha abogado por una transición "energética e industrial" que garantice la competitividad de Europa y, aún siendo optimista con el nuevo mandato de la Comisión Europea, ha pedido que confíe en la inteligencia y responsabilidad del ciudadano y le permita más capacidad de decisión.

"No soy negativo, pero hay que poner una dosis de pragmatismo", ha asegurado Brufau durante su ponencia en el foro organizado por la Fundación Corell y elEconomista, donde ha animado a Europa a liderar la transformación siendo realista, porque las convenciones anuales sobre cambio climático "son grandes palabras, pero nunca pasa nada".

Desde su punto de vista, Europa tiene que decidir ahora "si quiere ser una subregión de un continente llamado 'Euroasia' o protagonista de una tercera región", junto a EE.UU. y China.

A pesar de que el Viejo Continente esté más "en la subregión que en la región", el presidente de la energética española ha celebrado que, por primera vez, reconozca en público que está perdiendo competitividad cuando habla de la necesidad de reindustrializarse.

Esta actitud abre una puerta a la esperanza porque la Unión Europea está admitiendo "lo que tenía que haber empezado a reconocer hace tiempo", ya que "es evidente" que la industria, "motor esencial de la prosperidad y del bienestar de la región", ha sido el "gran abandonado", ha opinado.

Brufau ha achacado la caída del peso de la industria europea a la regulación "excesiva, compleja y pesada" de Bruselas, de tendencia "prohibicionista", que "obvia las necesidades de las industrias y los ciudadanos", cuando en EE.UU., por ejemplo, se deja a estos que decidan cómo quieren descarbonizarse.

Otra problemática es que Europa ha priorizado tanto la sostenibilidad, entendida como la reducción de emisiones a la atmósfera, que ha "perdido el foco" de la seguridad de suministro y de los costes energéticos.

También ha alertado del dominio de China, que "no es de ahora, lleva 30 años comprando materias primas y dominando tecnologías porque sabía que se entraría en la dinámica de la nueva económica".

Frente a ello, EE.UU. ha reaccionado "prohibiendo todo lo prohibible" en importaciones del gigante asiático y con medidas que tratan de velar por la producción realizada en el país.

"Eso significa pragmatismo, realismo, y aquí nos ha faltado un poquito de esto", ha lamentado el presidente de Repsol, que, con todo, ha aplaudido el compromiso de Europa con la sostenibilidad.

Eso sí, la región está rebajando las emisiones "a costa de no crecer tanto como los otros, y esto es un factor de competitividad", ha aclarado Brufau, que entiende que esta tarea tiene que realizarse "de acuerdo y con realismo con otros, con su socio americano, que no las reduce, pero tiene capacidad".

"No se tienen que creer estas grandes convenciones anuales sobre cambio climático, que son grandes palabras, pero nunca pasa nada. Salimos todos 'esto es el fin del mundo' y pasado mañana no pasa nada. Y al año siguiente volvemos al punto de salida", ha insistido.

Mención especial ha dedicado a la nueva Ley de Industria 'Net Zero', un texto que, además de incorporar tecnologías como baterías, almacenaje, bomba de calor o geotermia, ya esperadas, incluye otras como la fisión y los fueles alternativos.

Al respecto, Brufau cree que la ley "rompe el dogmatismo" que arrastraba la política comunitaria, la cual tenía "un eje básico, que todo lo de Europa tenía que pivotar en torno a la electricidad", obviándose tecnologías.

De ahí que contemple como un paso "muy importante" asumir que la industria, de forma inédita, es un catalizador del cambio climático si se siente incentivada. EFECOM

smv/jmj

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