Unas 58000 personas disfrutan con Springsteen en un abarrotado Estadi Olímpic de Barcelona

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Jose Oliva

Barcelona, 20 jun (EFE).- Unas 58.000 personas han abarrotado y disfrutado esta noche en el Estadi Olímpic de Barcelona del primero de los dos conciertos que Bruce Springsteen y su E Street Band ofrecerá en una de sus ciudades más fan y con la que el de Nueva Jersey tiene una relación más especial.

Poco después de las 21:00 horas, al mismo tiempo que la selección española de fútbol jugaba contra Italia en la Eurocopa, han comenzado una tres horas de derroche físico y musical del cantante norteamericano, solo una semana después de sus tres conciertos en Madrid.

Según ha informado la promotora de los conciertos en España, Doctor Music, no solo este jueves se ha colgado el cartel de entradas agotadas, sino que también estás vendidas las 58.000 entradas del segundo concierto, el próximo sábado 22.

Entre el público, gente de todas las edades, parejas maduras jóvenes, y padres con hijos, que demuestra que la música del Boss es ya intergeneracional. No faltan los abrazos, los bailes, los besos, los selfies, todo para congelar en un gesto ese momento de inmensa felicidad.

Pasaban diez minutos de las 21 horas cuando han irrumpido en el escenario los músicos y finalmente el cantante estadounidense, quien guitarra en mano, con su camisa blanca, chaleco y corbata negra, ha saludado en catalán ante el éxtasis del auditorio, "hola Barcelona, como estáis".

El concierto, que forma parte de su gira internacional, ha arrancado con 'Lonesome day' y los coros del público han calentado pronto sus gargantas cuando poco después han cantado 'Cover me' y apenas veinte minutos desde el inicio han coreado 'No surrender' mientras compartían micro el Boss con su inseparable guitarrista Steven Van Zandt con su característico pañuelo en la cabeza a lo corsario.

Poco antes ha entonado 'Radio Nowhere', tema incorporado en esta gira y que no tocaba en directo desde 2017.

Si en los primeros conciertos de Springsteen los mecheros afloraban para subrayar temas más intimistas, en la sociedad digital actual, mucho menos fumadora, se elevan las linternas de los móviles, que han hecho su aparición por primera vez con 'Darkness on the Edge of Town', en la que ha aparecido la voz más rapsoda del cantante, que al final ha lanzado al público 'Us estimem' (Os queremos), el mismo lema que lucía una camiseta blanca que Bruce se ha colocado sobre el torso.

Los 'mecheros digitales' han vuelto a hacer acto de presencia a lo largo de la velada, ya entrada la segunda hora de concierto, en temas como 'My Hometown', 'The river' o 'Backstreets'

No han faltado, como en todos los conciertos de la gira, versiones como la de 'Nightshift' de los Commodores, en la que Bruce ha contoneado sus caderas; el 'Because the night' de Patti Smith -coescrito con el propio Springsteen-.

Y tras uno de los gestos típicos del Boss, cantando con su guitarra colgando en la espalda en 'The power of the prayer', la armónica ha hecho acto de presencia en 'The promise land', en la que se ha paseado junto a la primera fila de espectadores, que le ofrendaban rosas o le tocaban como si fuera un dios sanador, y alguna conexión estelar debe tener cuando ha propiciado que un día lluvioso y gris en Barcelona se convirtiera en una noche serena en la que hasta una casi luna llena asomaba por encima del escenario.

Idéntica escena se ha producido con el siguiente tema, 'Hungry heart', cuyas primeras frases ha iniciado el público, y en la siguiente, 'Waitin' on a Sunny Day', ha dado el micro a una niña que cantaba el estribillo toda emocionada.

Springsteen ha tenido unas palabras para recordar sus primeros pasos en un grupo de rock, The Castilles, que apenas duró tres años, entre 1965 y 1967, y que cincuenta años después, con la muerte de George Theiss, le convirtió en el último superviviente de aquella formación iniciática: "La aflición es el precio que pagamos por haber querido bien", ha dicho.

Ya entrada la tercera hora de la noche, Springsteen, que tiene 78 años, y The Street Band, de la misma generación, no han desfallecido con temas contundentes como 'Wrecking ball', 'The rising', 'Badlands' y 'Thunder road'.

Para los bises, Bruce ha dejado algunos de sus canciones ya convertidas en himnos generacionales como 'Born in the USA', 'Born to run', 'Dancing in the dark', 'Tenth Avenue Freeze‐Out' o la última versión de la noche, el 'Twist and Shout' de The Top Notes, que popularizaran los Beatles en su primer álbum. EFE.

jo/fp

(foto)(vídeo)

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