Madrid, 19 jun (EFE).- Manos Unidas destinó 42,5 millones de euros a combatir la pobreza, el hambre y la desigualdad en el mundo en 2023 a través de programas que beneficiaron a 1,2 millones de personas vulnerables en 51 países.
En la presentación de la Memoria 2023, la ONG de desarrollo de la Iglesia Católica ha detallado su actividad durante el pasado año en el que aprobaron 550 proyectos de desarrollo en América, África y Asia por un importe de más de 40 millones de euros (6 millones más que en 2022).
La organización, de cuya recaudación el 90,8 % proviene de donaciones privadas, ha rendido cuentas de su trabajo en el ámbito de la educación para el desarrollo, a través de la sensibilización, y en temas de financiación de proyectos de cooperación.
Su presidenta, Cecilia Pilar, ha destacado que 2023 fue un año "convulso que estuvo marcado por unas guerras que han condenado al olvido a otros muchos conflictos que se viven en nuestro planeta y de los que poco se habla". "Una vez más quedan patentes esas grandes desigualdades que dividen y separan a las poblaciones con una brecha, aparentemente insalvable", ha aseverado.
Ha explicado que la labor de Educación para el Desarrollo de Manos Unidas y el trabajo de sus 72 delegaciones diocesanas y más de 500 comarcales ha servido para denunciar y dar a conocer esas estructuras y estilos de vida totalmente instalados y perpetuados en nuestro día a día y que conforman una "economía que mata".
Para la campaña "Frenar la desigualdad está en tus manos" y otras actividades, Manos Unidas ha contado con el apoyo de casi 71.500 socios y colaboradores –empresas, entidades, colegios, parroquias, organismos públicos e instituciones comprometidas- y con el trabajo de más de 6.400 voluntarios.
La ONG de la iglesia recaudó casi 47,5 millones de euros: 42,5 millones de euros -90,8 %- de donaciones de privadas y casi 4,3 millones -un 9,2 por ciento- del sector público: la AECID, la Unión Europea y administraciones autonómicas y locales.
Algunos ejemplos de su labor son proyectos de educación y de asistencia psicológica a niños y jóvenes víctimas o en situación de riesgo de tráfico humano y de explotación en Camboya, actividades para reducir los riesgos ligados a la migración irregular o de integración socio-profesional de los migrantes retornados a Senegal e iniciativas de desarrollo profesional para que el pueblo haitiano pueda vivir con dignidad. EFE
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