El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha acusado este miércoles al Gobierno de Pedro Sánchez de “zarandear” las instituciones y ha dicho que lo hace un equipo ministerial “enfurecido con los cambios”, “comandos fuera del sistema” y representantes políticos y autonómicos que sustituyen argumentos por “eslóganes”.
Así lo ha manifestado tras recoger su galardón ‘Mérito por España’ en la gala de clausura del Instituto de Estudios de la Democracia de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, mediante un discurso en el que ha recordado los momentos clave de la Transición española y en el que ha evocado tal entendimiento político para trasladarlo a la actualidad.
"¿Alguna vez escucharemos razonar en el partido del gobierno por qué les resulta más fácil llegar a acuerdo con populistas, separatistas y herederos del terror que con el principal partido de la oposición? ¿Y al partido de la oposición les oiremos exponer qué razones les hace más fácil pactar por la extrema derecha que con el partido del gobierno?", ha cuestionado ante un auditorio repleto de exparlamentarios y exministros de las primeras legislaturas tras el retorno a la democracia.
El premio ha sido concedido también a Ramón Tamames del Partido Comunista de España (PCE), Rodolfo Martín Villa de Unión del Centro Democrático (UCD) y José Manuel Romay Beccaría de Alianza Popular (AP) como reconocimiento por su papel en la consolidación de la democracia y en representación de los grandes partidos de este episodio.
La financiación singular para Cataluña
En representación del Instituto de Estudios de la Democracia, su presidente y exministro de educación de UCD entre 1979 y 1980, José Manuel Otero Navas, se ha referido a los apoyos de partidos independentistas al Gobierno de Sánchez y los ha comparado con las cesiones económicas del ministro británico Neville Chamberlain a Hitler justo antes de la Segunda Guerra Mundial.
"Anunció que su receta para pacificar Europa era 'Diálogo, razón, persuasión', añadiendo 'y por supuesto ventajas económicas'. Pronto supimos que esa receta, en vez de aplacar a Hitler, estimuló su osadía", ha advertido.
Previamente, a preguntas de los medios de comunicación, Guerra se ha referido a la situación de Carles Puigdemont y la ley de amnistía: “Yo no lo voy a ver (a Puigdemont en España). Pero tal y como estoy viendo por dónde van las cosas, va a ser difícil, lo va a tener difícil”.
La Fiscalía ha pedido al Tribunal Supremo que levante la orden de arresto contra Puigdemont y que declare amnistiados todos los delitos que se atribuyen tanto a él como al resto de líderes independentistas implicados en el procés.
El exvicepresidente ha precisado que la decisión sobre el futuro de Puigdemont "no es de la Fiscalía, sino del Supremo, aunque no es la última palabra".
No ha descartado que pueda haber una repetición electoral en Cataluña, y se ha referido a la financiación singular para esta comunidad que está sobre la mesa: “Nadie sabe a qué se refieren”.
“Si se refieren a que tenga un sistema privilegiado económico, estoy en contra. Si se refieren a que la singularidad de las comunidades tenga un equilibrio en el reparto, estoy de acuerdo”, ha declarado el socialista, que cree que si no aclaran en qué consiste esta financiación singular es “porque no va a gustar mucho a los demás”.
El espíritu de la Transición
También el galardonado expresidente del Consejo de Estado, Romay Beccaria, ha cedido gran parte de su discurso a la cuestión catalana y se ha referido a la comunidad autónoma como una tierra "acogedora" cuya separación de España sería "traumática" y "perjudicial para todos".
"Para mí, igual que para muchos otros autores, la principal lección de la historia de las transiciones que ha vivido España es que debemos preservar el espíritu de concordia de la transición de 1978 y evitar el enfrentamiento de discordia, que tan mal los resultados dieron en 1931", ha advertido el exrepresentante de AP.
Por su parte, el exministro de Interior durante el gobierno de Adolfo Suárez Martín Villa ha reprochado desde la tribuna la falta de acuerdos políticos entre los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, y ha asegurado que este comportamiento recibe la “condena reiterada” de la población española.
(Con información de la agencia EFE)