'Del revés 2': bien controladas Ansiedad, Envidia y Vergüenza, no está tan mal la pubertad

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Alicia G. Arribas.

Madrid, 18 jun (EFE).- Han pasado tres años desde que la pequeña Riley fuera un libro abierto para los espectadores de 'Del revés' (2015), una película imprescindible por su calidad, por su originalidad y por la profundidad psicológica de sus propuestas, que ahora, en 'Del revés 2', saltan nada menos que a la adolescencia.

Disney y Pixar se alían de nuevo para avanzar en la mente de una Riley que cumple trece años, es jugadora de hockey sobre hielo y está a punto de entrar en el instituto. Sus 'organizadores' mentales de siempre, Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco, han ido creando una personalidad afable y cariñosa, con buenos recuerdos y sentimientos seleccionados, que han hecho de Riley 'una buena persona'.

Junto a sus dos mejores amigas, Bree y Grace, su vida es equilibrada y completa y adora a sus padres. En esa calma relativa, el control que maneja sus emociones de repente se ve alterado y Riley responde a cualquier indicación de una forma exagerada y absurda.

Acaba de aparecer en la consola de operaciones el indicador rojo de la pubertad. Alegría, como hace con otros sentimientos o recuerdos alteran a Riley, la manda lejos. Pero pronto comienzan a aparecer operarios que van a demoler la antigua configuración de la mente de Riley para hacer sitio a nuevas emociones.

Así, Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco, que llevan mucho tiempo al mando, no saben qué hacer cuando aparecen Ansiedad, Envidia, Aburrimiento (Ennui) y Vergüenza, que son emociones complejas y muy difíciles de manejar.

La versión doblada, que llegará mañana a más de mil pantallas en España, cuenta con las actrices y dobladoras profesionales Michelle Jenner, en el personaje de Ansiedad, y Rigoberta Bandini, también cantante, como Envidia.

"Me parece mejor que la uno si cabe", comenta con EFE Bandini, que dice "entender muy bien" a su personaje. "Estas ganas de conseguir cosas, de crecer, de cumplir nuevas metas, me siento muy identificada -afirma-. La envidia sana, o la admiración, son motores para construirnos y el personaje es increíblemente carismático y divertido".

Admiradora de la primera, Bandini dice que esta secuela le parece una película "muy necesaria" porque "habla de las emociones de una manera que nos ayuda a todos y a todas, mayores y pequeños, a entendernos mejor y ver que todas las emociones son válidas y que lo único que tiene que pasar es que se coloquen bien, y que no nos dominen ellas a nosotros".

A ellas se suman la cantante Chanel como Ennui, el personaje afrancesado que representa el aburrimiento, y el actor canario Brays Efe como Vergüenza.

La veterana Gemma Cuervo aporta las frases de otro nuevo personaje, al que no dan mucha cancha porque Riley aún es pequeña: es Nostalgia.

La seleccionadora del equipo universitario de hockey ha visto jugar a Riley, Bree y Grace en su último partido y decide invitarlas a un campamento donde solo están las mejores. Este salto, y saber que sus amigas entrarán en un instituto diferente al suyo, hacen que las nuevas emociones se vayan haciendo con el control.

Los problemas crecen cuando Ansiedad, con su fuerza arrolladora, decide cambiar a la Riley de siempre y hacer de ella una superviviente, si bien lo que logra es confundirla y agobiarla.

Una vez Ansiedad se ha quitado de en medio a las viejas emociones, todo se tambalea. Enviadas a una bóveda de recuerdos, sin capacidad de acceso a Riley, Alegría, que siempre lideró su personalidad, lucha contra todo para devolver la estabilidad a la niña optimista que siempre fue.

Kelsey Mann asume la dirección de esta segunda parte, que sigue fielmente los parámetros inventados por Pete Docter, director de la primera, y quien empezó a escribir el guion de 'Del revés' en 2009 tras observar cambios en la personalidad de su hija.

Docter, que en esta actúa de productor ejecutivo, está convencido que la película gusta a todo el mundo y de todas las edades porque "el concepto le habla a todos: todos sabemos qué se siente al estar paralizado por el miedo, abrumado por la ira o consumido por la tristeza".

Mann, por su parte, supo desde el principio la importancia de ansiedad, investigó mucho sobre lo que sucede en los cerebros a esta edad, dice en las notas de producción de la cinta, y eso desencadenó la idea de una bola de demolición atravesando la Sede: "Es una renovación, eso es lo que siente un adolescente. Es caótico". EFE

aga/jlg

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