El Prado vs Colecciones Reales, duelo de originales y réplicas

Guardar

Inmaculada Tapia

Madrid, 16 jun (EFE).- El Museo del Prado y la Galería de las Colecciones Reales exhiben algunos cuadros idénticos en sus salas, réplicas producto del deseo de los monarcas de reforzar su poder y exhibir su imagen en las paredes de distintas residencias. Un duelo en el que los expertos no establecen diferencias de valor.

El asturiano Juan Carreño de Miranda (1614-1685), uno de los principales pintores de corte del siglo XVII, duplicó varios de sus lienzos. Dos de sus cuadros, aparentemente idénticos, de Marina de Austria, esposa de Felipe IV, y de su hijo Carlos II, firmados por él, se exhiben actualmente en el Prado y la Galería de las Colecciones Reales.

Pero, ¿cuál de los cuadros se hizo antes? ¿Cuál vale más? Carmen García Frías, conservadora de Pintura Antigua en Patrimonio Nacional, asegura a EFE que ambos cuadros de Carreño se consideran "versiones originales" y su precio en el mercado del arte sería el mismo, "porque salen de la mano del pintor, no de algún miembro de su taller", por ello la experta prefiere el término réplica al de copia y recalca que los duplicados casi siempre se daban en retratos.

Sin embargo, Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española hasta 1800 del Museo del Prado, indica que el grado de intervención directa de un pintor de cámara en las versiones de sus "prototipos" es muy variado.

Hay casos en los que se encarga él mismo de todo el proceso, mientras que en otros interviene solo parcialmente, y en algunas ocasiones es su taller el que se lleva "todo el proceso": "Eso da lugar a una amplia casuística".

Lo que vienen a ser hoy las copias de las fotografías oficiales, eran entonces las réplicas de retratos con la imagen de reyes y reinas, explican los especialistas. A partir de mediados del XVI también fueron habituales en el resto de cortes europeas y pintores como Velázquez, Rafael o Tiziano también duplicaron algunos de sus cuadros.

Carreño es el creador de la imagen oficial de Carlos II, proclamado rey con cinco años, al que por su corta edad, le realiza varios retratos donde deja muy presente la simbología de la Casa de Austria, una imagen con la que intenta reforzar, incide García Frías, la figura "débil, por edad y salud" del monarca.

Aunque los cuadros de Carlos II y Mariana de Austria parecen idénticos, incluso en las dos galerías aparecen situados en diálogo entre la madre -en ese momento regente, a la derecha- y el hijo -a la izquierda-, "son distintos", el matiz está en pequeños detalles, explica la conservadora.

Como espectador, la situación invita a jugar a marcar las diferencias. Carlos II aparece ligeramente más cerca en uno que en otro; la raya del pelo está situada en un lugar distinto, a un lado en el Prado, al medio en las Galerías; se aprecian singularidades como que las baldosas del suelo aparecen más transparentes en uno que en otro e incluso hay matices en los leones.

"Los reyes eran conscientes de la necesidad de controlar su propia imagen, y con frecuencia recurrieron al nombramiento de un pintor de cámara" que se encargaba de hacer su retrato oficial, apunta Portús.

Retratos que debían satisfacer la demanda de los propios reyes para disponer de ellos en distintos palacios, además de para colecciones particulares, con las que sus dueños mostraban su adhesión política, o para instituciones.

Un cúmulo de solicitudes que requería un sistema de trabajo que permitiera multiplicarlos desde un taller, "controlado por el pintor de cámara", y el uso de medios de "copia y reproducción de las obras, como los calcos".

Con mucha frecuencia, este sistema de creación de prototipos, y multiplicación a base de copias y versiones se da también en otros géneros pictóricos, no solo en el retrato.

García Frías indica que Tiziano duplicó varias de sus pinturas mitológicas, e incluso otras como 'La adoración de los Reyes Magos', destinada a la iglesia vieja de El Escorial -hoy en el Prado-, imagen que Felipe II pidió que realizara "exactamente igual" para el Alcázar.

De Velázquez, el Prado exhibe los cuadros de gran tamaño de Felipe IV y Mariana de Austria orantes, de los que también existe una versión reducida para la capilla de patrocino del Escorial, cuenta la conservadora, quien recuerda que el cuadro de la pintora italiana Fede Galizia (Milán, 1578-1630) que sirvió de imagen a la exposición 'Maestras' en el Museo Thyssen "tiene hasta cinco réplicas".EFE

it/jdm

(foto)

Guardar