Condenado a 13 años de cárcel un celador por abuso sexual a una paciente psiquiátrica

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Madrid, 14 jun (EFE).- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a trece años de prisión a un excelador del hospital público Ramón y Cajal de Madrid por abusar sexualmente en dos ocasiones entre abril y mayo de 2021 de una paciente de 18 años ingresada en la planta de Psiquiatría a la que además le dio cocaína que consumió con él.

En una sentencia, el tribunal impone a Roger L.C. dicha pena por un delito continuado de abuso sexual y otro de promoción, favorecimiento y facilitación de consumo de drogas tóxicas que crean grave daño a la salud.

Además le prohíbe acercarse a menos de 500 metros y comunicarse con la víctima durante ocho años y le condena a cinco años de libertad vigilada y a la inhabilitación durante 12 años para ejercer cualquier profesión que conlleve contacto con menores.

Asimismo establece que debe indemnizar a la joven con 10.150 euros por daños morales y las lesiones que se infligió la víctima en antebrazos y manos por la ansiedad que le produjeron los hechos, cantidad de las que en última instancia deberá responder la compañía aseguradora del personas del Servicio Madrileño de Salud y de forma subsidiaria en caso de impago la Comunidad de Madrid.

La Sala considera probado que Roger L.C. cometió los abusos sexuales cuando trabajaba como celador en el turno de noche en la planta de psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, "aprovechando la situación psicopatológica de la paciente", que tenía 18 años y estaba ingresada por orden judicial desde el 28 de marzo de 2021 por tentativa de suicidio.

La sentencia relata que sobre la una de la madrugada del 29 de abril de 2021 aprovechando que no se encontraba en la zona el resto del personal tras darle dos cigarrillos ofreció a la paciente consumir con él cocaína, como así hicieron, y seguidamente consumó el delito de abuso sexual.

Añade que asimismo le dio otra dosis de cocaína que la joven consumió en la mañana de ese mismo día.

La resolución señala que sobre la misma hora del 1 de mayo siguiente el procesado entró en la habitación de la joven y volvió a consumar el abuso sexual.

Previamente le había dado dos cigarrillos y un mechero y después fueron a una sala a consumir cocaína, siempre según la sentencia.

La joven estaba ingresada en el hospital por orden judicial por tentativa de suicidio, trastorno límite de la personalidad y trastorno de la conducta alimentaria. Estaba en seguimiento de salud mental desde los 13 años y había tenido con anterioridad diez ingresos hospitalarios. EFE

cng-lss

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