Los carteles de cine perdidos vuelven a su colección 40 años después

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San Sebastián, 13 jun (EFE).- El coleccionista Antonio García-Rayo ha recopilado a lo largo de su vida más de 20.000 carteles de cine. En 1985 prestó algunos de ellos para una exposición organizada como actividad complementaria del Festival de San Sebastián, pero a cinco se les perdió la pista y su dueño no volvió a saber de ellos hasta hace unos pocos meses.

García-Rayo, un experto cinematográfico ya jubilado que ha colaborado con medios como Cambio 16, Triunfo y Colpisa, ha viajado este jueves a la capital guipuzcoana para recoger esos valiosos carteles traspapelados, todos anteriores a 1944, en un almacén de la galería de arte Altxerri, donde se organizó la exposición.

El coleccionista, que camina con la ayuda de un bastón que cuenta que le regaló Luis Buñuel cuando aún no lo necesitaba, ha hablado largo y tendido con la prensa sobre su pasión por el cine, que le ha llevado a reunir además 50.000 carpetas de prensa de distintos festivales, más de 100.000 carátulas de vídeo, todo ello almacenado en dos locales de la fundación que lleva su nombre en San Sebastián de los Reyes (Madrid).

"Como en las películas, siempre hay un elemento para que el detective encuentre el objeto perdido", ha dicho García-Rayo, tras relatar lo ocurrido con sus carteles junto al responsable de Altxerri Javier Balda y al director del certamen donostiarra, José Luis Rebordinos.

Además de medios locales, el propio periódico del Festival recogía la apertura de la muestra en Altxerri e ilustraba la noticia con una foto en la que pueden verse parcialmente un cartel de la primera adaptación de 'Sin novedad en el frente', de Lewis Milestone, y otro de uno vertical de gran tamaño de Charlot, una joya de 1914 que se hallaba entre los desaparecidos.

Cuando la galería cerró el año pasado, al igual que el mítico bar de jazz Altxerri, sus responsables descubrieron en un almacén, al hacer inventario, cinco carteles de los que no sabían nada y que no pertenecían a sus fondos.

Dos de ellos llevaban por detrás el sello de la fundación García-Rayo, lo que les permitió localizar a su propietario.

"Alguien los recogió mal tras la exposición, programada por el anterior director de la galería, Juan Cruz Unzurrunzaga. Si no es por ese sello, nos los quedamos", ha comentado Javier Balda, a quien el coleccionista ha agradecido este gesto "de honradez".

García-Rayo ha contado que incluso denunciaron a la policía su desaparición, pero llegó un momento en que dio por imposible volverlos a localizar.

Son cinco carteles litográfico de gran formato que hoy colgaban de las paredes de lo que fue la galería de arte. Además del de Charles Chaplin, utilizado para promocionar las películas de Charlot antes de las proyecciones, los otros cuatro corresponden a 'Un chien qui rapporte', de Jean Choux (1932); 'El amor gitano', de Alfonso de Benavides (1936); 'Cómicos en París', de Mitchell Leisen (1938); y 'Un tenorio improvisado', de Mark Sandrich (1939).

Aunque ha comprado carteles, su colección se ha nutrido fundamentalmente por todos los que encontraba "tirados por el suelo" en las distribuidoras. "Nadie compraba carteles entonces", ha señalado García-Rayo sobre los inicios de una colección que no le importaría que acabara depositada en alguna institución. Con la Filmoteca Española tuvo un primer acercamiento, pero dice que no ha vuelto a saber nada.

Nunca ha querido desprender o subastar sus carteles, aunque está dispuesto a cederlos para exposiciones como ya hizo en 1985. Con el Ayuntamiento de Madrid empezó a preparar una hace dos años con las estampas de filmes de la época del destape en España, pero se ha paralizado el proyecto, ha asegurado.

¿Cuál es el preferido de su colección? Responde sin dudar que el "cartelón" de 'Bienvenido, Mister Marshall', de Luis García Berlanga, que colgó para el estreno de la película en el cine Callao de Madrid. EFE

ab/rh/jdm

(foto)

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