Barcelona, 10 jun (EFE).- El exconseller y diputado de Junts Josep Rull, que estuvo tres años y medio preso por el 1-O, ha sido elegido este lunes nuevo presidente del Parlament, gracias a un pacto entre JxCat, ERC y la CUP que garantiza el control independentista de la Mesa de la cámara y relega a un PSC que aspiraba a la presidencia.
Después de unos días de negociaciones discretas, bajo el ruido de la campaña de las elecciones europeas del 9 de junio, sobre el pleno de constitución del nuevo Parlament -convocado para las cuatro de la tarde de este lunes- sobrevolaban múltiples incógnitas, que no se han resuelto hasta el mismo momento de la votación, cuando cada partido ha puesto sus cartas boca arriba y ha exhibido sus pactos.
En la votación para elegir la presidencia del Parlament, Josep Rull ha alcanzado en segunda vuelta la mayoría simple, gracias al apoyo de los 35 diputados de Junts, los 20 de ERC y los 4 de la CUP, un total de 59 votos, que han bastado para superar los 42 de Sílvia Paneque, que era la apuesta del PSC y que solo ha recibido el aval de los diputados socialistas.
A continuación, han sido elegidos Raquel Sans (ERC) como vicepresidenta primera y David Pérez (PSC) como vicepresidente segundo, mientras que las cuatro secretarías las ostentarán Glòria Freixa (Junts), Juli Fernández (ERC), Rosa Maria Ibarra (PSC) y Judith Alcalá (PSC).
Una "Mesa antirrepresiva" controlada por el independentismo -con dos miembros de Junts y otros dos de ERC, frente a los tres del PSC-que contrasta con un plenario en el que las fuerzas soberanistas están lejos de la mayoría absoluta.
Este pacto entre independentistas tiene de entrada una consecuencia directa: es el presidente del Parlament quien ahora tiene diez días para abrir una ronda de consultas con los líderes parlamentarios y proponer a un candidato para la investidura del presidente de la Generalitat, que se celebrará como muy tarde el próximo 25 de junio.
El socialista Salvador Illa, ganador de las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo, ya se ha postulado para la investidura, pero en manos de Rull queda ahora la decisión de si lo propone a él como candidato o si le da prioridad al expresidente catalán Carles Puigdemont, que también aspira a ser investido.
Para el PSC, pese a disponer de tres representantes en la Mesa -en la pasada legislatura contaba con dos-, la elección de Rull supone un jarro de agua fría, pero mantiene sus esperanzas intactas para convencer a ERC -además de Comuns Sumar- para investir a Illa.
Después de que la semana pasada el TC estimara un recurso de PSC-Units en contra de los acuerdos de la última Mesa del Parlament que permitieron el voto telemático del exconseller Lluís Puig, que permanece en el sur de Francia huido de la justicia española, el pleno de constitución ha comenzado este lunes con controversia.
La Mesa de Edad -encabezada por Agustí Colomines (Junts), que con 66 años es el miembro de la Cámara con más años- ha acordado aceptar el voto delegado de los diputados de Junts Carles Puigdemont y Lluís Puig, en contradicción con el criterio del TC.
El PP presentará un recurso de amparo ante el TC, mientras que Vox ha anunciado querellas contra Colomines y Mar Besses (ERC), los dos miembros de la Mesa de Edad que han aceptado el voto delegado de Puigdemont y Puig. EFE
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