Ruth del Moral
Madrid, 9 jun (EFE).- Ciudadanos ha quemado el último cartucho que le quedaba al no conseguir representación en las elecciones de este domingo y quedarse fuera de la Eurocámara tras diez años de presencia. Pero no tira la toalla.
"Es un fin de ciclo pero no es el final. Ciudadanos renacerá", ha dicho este domingo su líder y cabeza de lista en estos comicios, Jordi Cañas, al anunciar esta noche que serán los militantes los que decidan el futuro del partido a través de un Congreso Extraordinario.
Un anuncio que llega después de que Ciudadanos se quede sin representación y no conserve ni uno de los ocho representantes que había logrado en 2019.
Ciudadanos entró en 2014 en la Eurocámara con dos eurodiputados y consiguió seis más en 2019. Ahora, diez años después de su llegada al Parlamento Europeo, solo consigue un 0,69 % de los apoyos, poco más de 120.000 votos insuficientes para contar con representación.
Pero no se dan por vencidos. Porque un partido político no es propiedad de nadie, ha señalado su portavoz nacional, que incide en que Ciudadanos nació como una forma de entender la política y debe estar en el centro.
De poco ha servido la llamada de Cañas a ayudar desde España a los liberales, por considerar que ocupan un espacio imprescindible para controlar a los partidos que luego definen las mayorías en la Eurocámara.
Y aunque Ciudadanos se queda con una representación residual, con tan solo algunas concejalías, promete seguir adelante haciendo antes, eso sí, un análisis de por qué han pasado de ser la gran esperanza a caer en picado.
Porque si algo ha definido a este partido nacido en 2006 de la mano de Albert Rivera y bajo los principios de Ciudadanía, Libertad e Igualdad, Bilingüismo y Constitución es el optimismo y su lucha contra viento y marea.
Han bastado siete años para que los naranjas desaparezcan del panorama político desde que en 2017 lograran entrar con fuerza en el Parlamento catalán y dos años más tarde consiguieran hasta 56 diputados en el Congreso.
Este domingo se han esfumado los esfuerzos que hizo el partido por volver a la primera línea política en Europa hace cinco años cuando Javier Nart ocupó la vicepresidencia de los liberales de Renew Europe.
Aunque lo cierto es que competía con otras dos formaciones de exnaranjas: la de Edmundo Bal bajo las siglas Cree y que ha recibido 9.230 votos y la de Izquierda Española, que apoya el procurador y exvicepresidente de Castilla y León Francisco Igea y que ha logrado 32.762 votos.
Tampoco ha jugado a favor los fichajes que hizo el PP.
De hecho los naranjas han visto cómo el que fue jefe de la delegación de su partido en la Eurocámára Adrián Vázquez se presentaba por la candidatura popular.
En los últimos cinco años el partido ha vivido una lenta agonía. La caída comenzó cuando Albert Rivera se negó a pactar un Gobierno de coalición con Pedro Sánchez en 2019, lo que obligó a una repetición electoral que le dejó con una decena de escaños.
Desde entonces, los fracasos electorales se han ido encadenando en municipales y autonómicas, hasta el punto de que Ciudadanos decidió no presentarse en las últimas generales del 23 de julio.
Los naranjas, que nacieron con vocación de centro, se han ido descomponiendo por las divergencias políticas de sus dirigentes, que acabaron formando bandos e incluso nuevos partidos políticos.
Y es que en 18 años Ciudadanos ha tenido hasta cuatro líderes: Albert Rivera, Inés Arrimadas, Patricia Guasp, Adrián Vázquez y Jordi Cañas, a quien ahora le toca llevar el partido a un nuevo proceso para tratar de sobrevivir.EFE
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