Ginebra, 6 jun (EFE).- La ministra de Trabajo palestina, Enas Dahadha, pidió este jueves en Ginebra a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que ayude a "poner fin a ocho meses de genocidio por parte del Ejército israelí", que además han hecho que la economía en Cisjordania y Gaza "se haya venido abajo".
"Ha llegado el momento de actuar para que la OIT pueda ayudar a poner fin a todas las violaciones contra los trabajadores palestinos", indicó la ministra en una sesión especial sobre la situación de Palestina que se celebra este jueves dentro de las dos semanas de conferencia anual del organismo.
Dahadha solicitó también a la OIT que ayude a poner fin a las perjudiciales prácticas israelíes contra muchos palestinos que trabajan en Israel, como los complicados trámites para obtener permisos de trabajo o la necesidad de utilizar intermediarios para ello.
"Israel ha incumplido los convenios internacionales adoptando medidas colectivas y punitivas contra nuestros trabajadores", agregó la ministra, quien exigió al Gobierno israelí indemnizaciones para los empleados despedidos, o aquéllos cuyas remuneraciones han sido congeladas esde los ataques de Hamás en territorio israelí, el 7 de octubre de 2023, a los que siguió inmediatamente la guerra en Gaza.
Exigió asimismo que Israel transfiera los ingresos fiscales y aduaneros retenidos a las autoridades palestinas para que los funcionarios públicos de estos territorios puedan recibir sus sueldos, dado que algunos de ellos llevan dos años sin ser remunerados.
Dahadha lamentó las "condiciones de trabajo indecentes" que muchos palestinos sufren en Israel, recordando que muchos de ellos tienen que perder tres o cuatro horas a diario en "puntos de control humillantes" antes de poder llegar a su empleo.
El director general de la OIT, Gilbert Houngbo, inició los debates sobre Palestina recordando que Cisjordania y Gaza han vivido "el año más duro para sus trabajadores desde 1967", debido a un conflicto en el que "familias enteras han quedado aniquiladas".
Houngbo señaló que desde octubre de 2023 se han destruido en Gaza 200.000 empleos, más de dos terceras parres del total antes del conflicto, mientras las pérdidas de ingresos laborales diarias ascienden a unos tres millones de dólares diarios.
"El acceso al mercado de trabajo israelí ha quedado cerrado para la mayoría de los palestinos", subrayó el director general, quien también indicó que incluso en Cisjordania el desempleo se ha multiplicado, pasando de una tasa del 12,9 por ciento en el tercer trimestre de 2023 a un 27 por ciento a finales de ese año.
Agregó que la política de asentamientos ilegales de colonos israelíes "tiene efectos nefastos en los derechos de trabajadores y empleadores", y subrayó que el número de colonos en Cisjordania ha pasado de unos 100.000 hacia 1980 a unos 700.000 en la actualidad.
En el debate también intervino, en nombre de los países árabes, el ministro egipcio de Trabajo, Hassan Mohamed Shehata, quien se unió a las peticiones palestinas y pidió a Israel que "reintegre a los trabajadores despedidos" y libere los ingresos retenidos para que la Autoridad Nacional Palestina pueda pagar a sus funcionarios públicos.
También sugirió que se eleve el estatus de participación de Palestina ante la OIT, en línea con las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas. EFE
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