Madrid, 3 jun (EFE).- El esfuerzo de los responsables municipales de Madrid y Barcelona para promover el uso seguro de la bicicleta y garantizar que los ciclistas se sientan protegidos al circular por sus calles han sido puestos como ejemplo por un informe del Programa Internacional de Evaluación de Carreteras (iRAP).
Este informe, recogido por el proyecto ‘CycleRAP’, ha contado con el apoyo de Fundación MAPFRE y la Unión Ciclista Internacional (UCI), entre otras entidades, y se ha dado a conocer este lunes en España con motivo del Día Internacional de la Bicicleta.
En una nota informativa, la Fundación MAPFRE señala que de los 98 kilómetros de carriles bici analizados en Madrid, la mayor parte tiene un riesgo medio-bajo.
Cita como buenos ejemplos los carriles bici situados en el Paseo de la Castellana, y destaca, además, el amplio número de zonas de uso especial para bicicletas o uso compartido con peatones, como las que se encuentran en Madrid Río, con carriles bici donde se ofrecen conexiones seguras para los ciclistas, así como el diseño seguro de carriles bici, con un riesgo muy bajo, en calles céntricas de la ciudad como Santa Engracia, donde está totalmente segregado.
Por el contrario, el informe pone el foco sobre la seguridad de los ciclistas en algunos ciclo-carriles, que son vías de uso compartido con el resto de vehículos y limitadas a 30 kilómetros por hora, debido en muchos casos a la falta de respeto de los límites de velocidad por los conductores de vehículos a motor, como apunta que sucede por ejemplo en el Paseo de Recoletos.
En el área metropolitana de Barcelona, de los 84 kilómetros de carriles bici analizados, la mayor parte también presenta un riesgo medio-bajo o medio, con ejemplos de buenas prácticas en implantación y diseño de carriles bici en el municipio de Sant Boi de Llobregat o en la ruta a y desde Viladecans.
Al igual que sucede en otras ciudades, los principales riesgos son los asociados a las colisiones con otros vehículos, principalmente en las vías no segregadas físicamente y asociadas al exceso de velocidad del resto de vehículos, afirma la Fundación MAPFRE.
El trabajo propone con carácter general la instalación de señalización específica para bicicletas, la creación de zonas de velocidad reducida, identificar los cruces y secciones de carriles bici con más riesgo, implementar medidas de calmado de tráfico, incluir alumbrado y barreras que separen físicamente los carriles bici del resto y promover campañas de educación y concienciación dirigidas a ciclistas, conductores y peatones.
Separar carriles en vías con límite de velocidad superior a 30 kilómetros por hora, diseñar carriles para bicicletas de un solo sentido de circulación y proteger los márgenes de las vías ciclistas, son algunas de las medidas que más influyen en la prevención de siniestros, según los expertos de Fundación MAPFRE. EFE
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