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Burgos, 31 may (EFE).- El Arzobispado de Burgos ha requerido formalmente a Pablo de Rojas, fundador de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, y a José Ceacero que abandonen el monasterio de Belorado (Burgos) donde se hallan acompañando a las monjas clarisas desde que éstas anunciaron el 13 de mayo que abandonaban la Iglesia católica.
Fuentes de la institución religiosa han confirmado a EFE que este viernes ha sido remitido un burofax con el requerimiento oficial para que abandonen el monasterio y sus dependencias, atendiendo a que se trata de edificios religiosos y que ellos dos no pertenecen a la Iglesia Católica.
Sin embargo, fuentes de la Pía Unión han asegurado a EFE que no han recibido ningún burofax y que tanto Pablo de Rojas como José Ceacero siguen en el monasterio y no tienen intención de abandonarlo porque, según han añadido, tendrá que ser un juez el que les obligue a salir.
Por otra parte, esta tarde un grupo de las monjas clarisas de Belorado han acudido al juzgado de Guardia de Burgos y han estado en su interior durante algo más de media hora, según ha podido comprobar EFE, pero ni ellas ni las fuentes de Pía Unión han querido desvelar el motivo.
El pasado miércoles, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, anunció que se prohibía expresamente el acceso y la permanencia en los monasterios y todos los inmuebles vinculados a la comunidad de religiosas de Belorado y Orduña.
La prohibición se enmarca en el nombramiento de Iceta como comisario pontificio por parte de la Santa Sede, lo que le confiere plenos poderes sobre los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, en los planos administrativo, religioso y patrimonial.
Pablo de Rojas, excomulgado en 2019, que se hace llamar obispo y bajo cuya tutela se han puesto las religiosas, se encuentra junto con José Ceacero, guía espiritual y portavoz de las monjas, en Belorado.
Se le ha podido ver paseando por el jardín del monasterio y el propio Ceacero ha salido a las puertas del mismo a atender a los medios de comunicación, en varias ocasiones desde que las Clarisas emitiesen su comunicado.
La última vez ha sido este viernes para anunciar que la abadesa, sor Isabel, y dos hermanas más habían interpuesto una denuncia contra Iceta por abuso de poder, usurpación de representación legal y vulneración del derecho de libre asociación.
La denuncia fue interpuesta el pasado miércoles en la Comisaría de la Policía Nacional de Logroño, que la ha tramitado, pero todavía no ha sido recibida en el Arzobispado, han indicado fuentes del mismo, que señalan que tras ese movimiento dejan el caso en manos de los abogados.
Ceacero afirmó este pasado jueves a los periodistas que tienen intención de seguir en Belorado todo el tiempo que las religiosas les requieran, acompañándolas y ofreciendo el apoyo espiritual.
Y ha insistido en que, con la comunicación por burofax el 14 de mayo, las monjas ya se encuentran fuera de la jurisdicción del arzobispo, lo que unido a que él monasterio es cien por cien de su propiedad, supone que las peticiones o reclamaciones de Iceta no tienen valor. EFE
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