Oviedo, 30 may (EFE).- Una investigación desarrollada por varias instituciones ha permitido constatar que algunas leucemias infantiles se originan durante el desarrollo embrionario, aunque no se manifiesten hasta pasados unos meses de vida.
El trabajo, publicado en la revista Leukemia, ha sido desarrollado por un equipo de investigadores del Instituto de Oncología de la Universidad de Oviedo (IUOPA), el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, la Universidad de Barcelona y el Centro de Investigación Biomédica en Red Cáncer (CIBERONC)
La leucemia mieloide aguda constituye el segundo tipo de leucemia aguda más frecuente en la infancia y puede diagnosticarse con pocos meses de vida, de modo que la aparición de la enfermedad de forma tan temprana había hecho sospechar que el tumor podía tener un origen prenatal.
Sin embargo, la demostración de esta teoría se había visto limitada por la posibilidad de tener una muestra prenatal o en el momento del parto.
La posibilidad de estudiar el origen de esta leucemia surgió a partir del caso de un bebé de cinco meses que se diagnosticó con leucemia mieloide aguda en el Hospital Niño Jesús de Madrid.
El profesor de la Universidad de Barcelona y del Instituto Josep Carreras Pablo Menéndez ha explicado que los padres "abrieron una línea de investigación que hasta el momento no se había podido abordar" gracias a que habían conservado la sangre del cordón umbilical.
Mediante el uso de técnicas de medicina de precisión, se analizó el genoma completo del tumor, y a diferencia de los de personas adultas, en los que se detectan miles de mutaciones, en esta leucemia tan solo se identificaron dos alteraciones cromosómicas.
Según ha incidido el investigador Xose Puente, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, el análisis del genoma permitió diseñar un método de diagnóstico personalizado para poder hacer el seguimiento de la enfermedad, lo que a su vez generó nuevas preguntas, "como cuándo surgió el tumor y en qué orden han aparecido estas mutaciones".
Para poder contestar esas cuestiones es necesario disponer de muestras de sangre del bebé antes del momento de diagnóstico, algo que en la inmensa mayoría de los casos no es posible.
Pero en este caso particular, la existencia de una muestra de cordón umbilical congelado permitió separar las diferentes poblaciones de células sanguíneas en el momento del parto y estudiar si alguna de las alteraciones cromosómicas detectadas en el tumor, ya estaban presentes durante el desarrollo fetal.
El estudio ha revelado que una translocación entre el cromosoma 7 y el 12 ya estaba presente en algunas células madre hematopoyéticas del cordón umbilical.
Por el contrario, la otra alteración cromosómica, una trisomía del cromosoma 19, no estaba presente en el feto, pero sí en todas las células tumorales, lo que sugiere que contribuye a aumentar la malignidad de las células leucémicas.
La investigadora del Instituto Josep Carreras y la Universidad de Barcelona Talía Velasco ha resaltado que "estos datos son de gran relevancia para entender el desarrollo de una enfermedad que es devastadora",
Además de poder reconstruir las alteraciones genómicas que sufren las células para dar lugar a esta leucemia, el estudio también ha identificado un mecanismo molecular que no había sido observado hasta la fecha en este tipo de leucemia y que provoca la activación de un gen, denominado MNX1, frecuentemente alterado en este tipo tumores.
Según los investigadores, el conocimiento de estas alteraciones es esencial para poder desarrollar modelos celulares y animales que permitan entender la evolución de la enfermedad y poder desarrollar nuevas terapias para el tratamiento de este tipo de patologías. EFE
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