Una familia pide detener la adopción de un niño que tiene en acogida desde hace tres años

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Barcelona, 29 may (EFE).- Una familia de Barcelona ha recurrido a los tribunales para paralizar el proceso de adopción de un menor que acogieron hace tres años, pocos días después de nacer, y a quien la Generalitat quiere entregar ahora a una familia de adopción.

El caso, que ha publicado La Vanguardia y que han confirmado a EFE fuentes del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat, sorprende por el largo plazo en el que el niño ha estado en acogida temporal.

Si bien el plazo de una acogida por urgencia es de unos seis meses, en este caso se ha prolongado hasta los tres años, toda la vida del niño, ya que entró en la casa once días después de nacer.

La pareja, cuya identidad no se ha desvelado y que La Vanguardia ha otorgado los nombres ficticios de Sara y Tomás, acoge desde hace varios años a menores de forma temporal.

Sara y Tomás ya han acogido de urgencia a siete menores antes del niño que tienen actualmente en casa, pero en otros casos no se habían encontrado con un periodo tan largo, de 3 años.

Después de tanto tiempo con el niño, con el consiguiente vínculo emocional que genera la convivencia, la Generalitat les ha comunicado recientemente que el niño tiene asignada al fin una familia de adopción.

Ante este anuncio, la pareja ha decidido recurrir a los tribunales para pedir la paralización de la adopción y que así la justicia considere que puedan ser ellos quienes se hagan cargo del niño.

Fuentes del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat han explicado a EFE que las acogidas de urgencia tienen lugar "mientras se valora la situación del niño y la evolución de su familia" biológica, un proceso que en principio es para 6 meses pero que, de media, supera el año.

Ejemplos como el caso de esta familia de Barcelona, señalan las mismas fuentes, "no son habituales" y se dan "cuando los Equipos de Atención a la Infancia y la Adolescencia (EAIA) lo recomiendan, poniendo en el centro el interés superior del niño".

En este sentido, las acogidas de urgencia se pueden prolongar "si los EAIA ven factible un retorno a la familia en un período breve de tiempo o se ha de seguir valorando cuál es la medida de protección más indicada para el niño".

La mayoría de adopciones de urgencia son para que el niño regrese en algún momento con la familia biológica, con la que incluso puede haber una relación aunque no convivan con el menor.

No obstante, pueden haber casos en los que una acogida acabe derivando en una adopción, aunque son excepcionales.

El sistema de protección a la infancia "siempre considera la adopción como la última opción (salvo cuando se trata de una renuncia)" porque "implica la ruptura definitiva con la familia de origen", han apuntado las mismas fuentes.

En este sentido, el trabajo está focalizado en ayudar a la familia biológica a resolver las circunstancias que han motivado el desamparo y que el niño pueda volver con ella, según Derechos Sociales. EFE

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