"Educar en llamas", una guía descarada que no sermonea ni juzga y va directa al "meollo"

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Marina Segura Ramos

Madrid, 26 may (EFE).- "Educar en Llamas" es un manual irreverente que no sermonea ni juzga a familias y profesorado en la gestión de conflictos y va directo "al meollo" para apagar "los incendios" del día a día "picando mucha piedra" y sin atajos ni recetas mágicas.

Su autor, el profesor Luis López Murria, que trabaja en una unidad terapéutica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona para alumnado con trastornos mentales y situaciones familiares complejas, explica a EFE que tiene facilidad para establecer vínculos con sus chicos y chicas y cree que en parte se debe a su propia trayectoria personal.

Suspendió 8º de EGB y repitió y su tutor le dijo que no valía para estudiar, pero "por tocar las narices" decidió seguir, volvió a repetir COU y se puso a trabajar; a los 22 comenzó una FP, gracias a la cual trabajó durante casi 15 años, y finalmente se interesó por la pedagogía y comenzó a sacar matrículas de honor en la universidad.

¿Porqué ese interés por el ámbito educativo?: Fue cuando tenía once años, el 9 de agosto de 1994, el día en que murió su madre. Las circunstancias familiares le obligaron a hacerse cargo de su hermano cinco años menor y "me sentí partícipe de su desarrollo educativo; el experimento salió bastante bien, aunque en clase era un raspa de cuidado".

"Educar en Llamas" (Temas de Hoy, Planeta), explica López Murria, recopila un amplio abanico de estrategias pero cada uno debe saber elegir cuál es la que mejor se adecua a su caso. "Cada vez que viene un niño a mi unidad hay que hacerle un traje a medida, lo cortas, lo recortas, lo alargas un día, otro día le pones la chaqueta, otra se la quitas. Cada persona necesita una solución diferente".

"Para desactivar el incendio no hay una única clave sino muchas y resulta determinante cómo respondemos nosotros ante una rabieta, una pataleta, un conflicto... Hay que utilizar la paciencia, la calma y picar mucha piedra", añade el profesor, que ha contado con el trabajo del artista Nando Vivas para ilustrar su texto de forma desenfadada.

Son ilustraciones que no reflejan lo que se dice en las páginas, "sino que te llevan a otro sitio, no queríamos ilustrar lo que estábamos verbalizando", añade el profesor, que define su manual como "irreverente, que te habla con un lenguaje de tú a tú".

"En el manual, la teoría está muy bien masticadita, pero voy al meollo de la cuestión. A las familias y profesorado les da igual la teoría, quieren saber qué hacer y es lo que siempre me preguntan en las charlas que imparto. Este libro surge de esa necesidad", añade López Murria, quien reconoce que se ha abierto "en canal" durante la escritura de esta obra.

 "Educar en llamas. Un manual de supervivencia y pedagogía para familias y docentes" apuesta por el refuerzo positivo para motivar y fomentar conducta deseables. "Es una de las cosas que he aprendido en mi unidad (Hospital Sant Joan de Déu). Debemos calmarnos nosotros, intentar no ser punitivos y entonces el niño o adolescente flipa, porque está acostumbrado a todo lo contrario".

A través del refuerzo positivo, "que usamos mucho en mi trabajo, la gente empieza a tirar, aunque sea poquito a poco. Cuando empiezas a llenar la mochila de cosas positivas te reactivas".

Otro de los pilares del libro es la validación de las emociones de los niños. López Murria resalta que hoy día las emociones de tristeza o rabia están "mal vistas", y advierte que "quizás para ti, un problema de tu hijo es menor pero para un niño o una niña sí puede ser muy importante".

"Invalidar una emoción es lo contrario de lo que se debe hacer, hay que reconocerla porque tenemos derecho a tenerla. A veces nos cuesta entender que nuestro hijo esté pasando por un mal momento porque ha suspendido o no ha sacado la nota que quería o no ha jugado bien en su equipo de fútbol".

Subraya, por último, que en su libro "no juzga ni a padres ni a educadores. Educar es un experimento que va cambiando en función de lo que pasa en la sociedad, no es la misma la de ahora que la de hace 20 años, hay más investigación científica, diferentes estrategias...". EFE

msr/prb

(foto)

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