Afectados por la presunta criptoestafa de Arbistar piden casi 30 años de cárcel para el supuesto líder de la trama

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Cerca de 3.800 afectados de los 8.200 perjudicados por la presunta criptoestafa de Arbistar han solicitado a la Audiencia Nacional que condene a 29 años y 9 meses de prisión al supuesto líder de la trama, Santiago Fuentes Jover, y los otros cinco acusados a penas que oscilan entre los 16 y los 27 años de cárcel. En el escrito de acusación, recogido por Europa Press, Aránguez Abogados cifra el "perjuicio global estafado" a 3.500.543.857,52 euros y solicita que todos los acusados indemnicen de manera conjunta y solidaria a los perjudicados en Bitcoins (BTC), detallando que la responsabilidad civil se deberá basar en la devolución de las cantidades transferidas a Arbistar y un 45% adicional por los "daños patrimoniales y morales". El despacho señala la comisión de presuntos delitos continuados de estafa agravada, de organización y dirección de organización criminal, de participación activa en organización criminal y de falsificación en documento mercantil. Es por eso que la acusación solicita que, además de a Fuentes Jover, el tribunal condene a Diego Felipe Fernández a 27 años y 6 meses de cárcel; a Álex Castro a 27 años y 6 meses; a Iván Grima a 27 años y 6 meses, a Lester Zarabozo a 19 años y 9 meses; y a Laura Concetta a 16 años y nueve meses. El escrito sostiene que los acusados, "actuando de común acuerdo y guiados por su ánimo de ilícito beneficio urgieron un plan" que ultimaron entre mayo de 2019 y septiembre de 2020. "Fingiendo actuar en arbitraje de criptomonedas, realmente elaboraron un esquema piramidal clásico en el que con el capital obtenido por los nuevos inversores se sostenía la pirámide en la medida en la que se generaba un supuesto compounding (intereses)", añade. EL TRADING NO SE PRODUJO Sin embargo, la acusación asegura que nunca se llegó en "ningún momento a efectuar un trading de arbitraje con los Bitcoins". Ese mecanismo que nunca se ejecutó habría consistido en vender la moneda virtual de los usuarios a precios elevados y volver a comprarlos cuando el propio precio se situase en una cifra reducida. La sociedad Arbistar, continúa el escrito, "se promocionaba desde su página web como empresa especialista en trading, análisis de mercado y desarrollo de software para operar en el mercado de criptomonedas, ofreciendo unas rentabilidades muy altas, de entre el 8 y el 15%". "Para ello los usuarios ingresaban distintas cantidades de moneda fiat (euros) desde sus cuentas bancarias a la plataforma de comercio de criptomonedas COINBASE, la cual gestionaba el cambio de euros a BTC, para posteriormente ingresar desde su wallet o monedero digital la cantidad de criptomonedas resultante al Community Bot -el supuesto algoritmo responsable del arbitraje de la criptomoneda-- de la empresa Arbistar", explica la acusación. En esta línea, indican que, "una vez realizado el envío de las criptomonedas al monedero electrónico de Arbistar, el cliente perdía el control sobre su capital, no pudiendo retirar el monto en los siguientes dos meses". Ese monedero digital de Arbistar, añaden, fue creado para el envío de las criptomonedas, que fueron posteriormente transferidas a una cuenta bancaria externa. "En agosto de 2020, varios inversores solicitaron la retirada de sus fondos, negándose Arbistar a la devolución del capital. Pero fue el 13 de septiembre de 2020, cuando la empresa decreta el cierre del Community Bot a través de un comunicado debido a un supuesto fallo en el programa informático que automatizaba la compraventa de BTC, el cual, había generado más interés de lo realmente obtenido, produciendo así un descuadre de cuentas y congelando los fondos de los usuarios", apostilla. CAPTANDO FONDOS Aránguez Abogados explica en su escrito que el número de perjudicados que representa ascienda a 3.820 usuarios, "a los que cabe añadir los más de 3.500 perjudicados que se encuentran bajo la representación" de otras 12 acusaciones particulares. El despacho incide en que Arbistar "captaba los fondos de sus clientes mediante el envío de los BTC por parte de sus usuarios --cuyas transacciones son irreversibles--, para simular un supuesto beneficio en la plataforma, creando la apariencia de una alta rentabilidad, induciendo al cliente a no retirar el capital aportado para poder reinvertirlo, y obtener más ganancias sucesivamente". "Los inversores creían que su capital se enviaba a mercados financieros para realizar operaciones de arbitraje con los fondos que tenían depositados, observando unos supuestos porcentajes de rendimiento que ofrecía la plataforma por esas operaciones de arbitraje con el capital aportado por los usuarios", denuncia. El escrito afirma que "la cifra de Bitcoin que cada usuario tenía en la plataforma se iba incrementando constantemente por los supuestos beneficios que ofrecía el Community Bot, pero todas las cifras que se mostraban eran ficticias". "Si en algún momento esas cifras hubieran sido reales, y hubieran estado conectadas a una operativa real de trading, no se podrían haber generado errores como los que alegó la empresa para cerrar la operativa del Community Bot", añade. Además de esto, concluye, "si se decidía reinvertir el dinero que se ganaba por invertir el capital, las cifras se multiplicaban exponencialmente debido al interés compuesto arrojando beneficios millonarios en períodos cortos de tiempo y eso se utilizaba como pretexto para que nadie retirara ni el capital ni los beneficios, hecho que permitió que la empresa se mantuviera durante años".

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