Los dos jóvenes acusados por el asalto a una turista en Magaluf en marzo del año pasado han admitido este viernes, ante la Audiencia Provincial, haber atracado a la víctima, pero niegan la agresión sexual.
Los dos jóvenes, de 20 y 25 años, se enfrentan a peticiones de condena de 17 años y medio y 20 años de cárcel, respectivamente, por delitos de robo con violencia, agresión sexual, lesiones, resistencia y atentado a agentes de la autoridad y amenazas. Además del asalto a la mujer se les juzga por amenazar y agredir a los policías que los detuvieron.
La víctima del asalto, una británica que estaba de vacaciones en Mallorca, declaró en primer lugar en la sesión de este jueves. Explicó que los dos jóvenes la asaltaron por delante y por detrás y la arrastraron a una zona oscura y apartada mientras le tapaban la boca y la desvalijaban. Detalló que le realizaron tocamientos en la zona genital y que la agresión paró cuando apareció un coche patrulla de la Policía Local de Calvià con el indicativo encendido: "No sé qué habría pasado si no hubieran aparecido las luces de la Policía".
Los dos jóvenes han reconocido que abordaron a la mujer y que le quitaron el móvil y otros efectos --si bien uno de los procesados responsabiliza al otro, diciendo que él no quería participar--, pero niegan categóricamente haberla agredido sexualmente.
Ambos han respondido solamente al interrogatorio de sus respectivas defensas. El más joven de ellos ha explicado que había quedado con en Magaluf por un cumpleaños con unos amigos, pero que éstos no querían relacionarse con su acompañante --cabe reseñar que un Guardia Civil lo vinculó en el juicio con la banda 'Caserío'--, así que se quedó con él para no dejarle solo. "Empezamos a beber alcohol y fumar porros y empezó a sacarme el tema de que quería ir a robar, yo lo veía venir", ha contado.
Según su versión, se toparon con la víctima y el coacusado le dijo que se acercara a hablarle en inglés; entonces su acompañante la abordó por detrás y él mismo le quitó el móvil. El joven ha asegurado que después de esto él se marchó porque no le "gustaba" lo que estaba haciendo su amigo.
"No me imaginé ese tipo de agresividad, pensé que a lo mejor sólo le iba a quitar algo al descuido", ha insistido el acusado, que ha declarado que no tocó a la chica y que no vio la supuesta agresión sexual. Así, ha expresado que cuando le informaron de que le imputaban un presunto delito de agresión sexual, "no entendía lo que había pasado".
En cuanto al enfrentamiento con los policías, el joven reconoce que intentó huir de los agentes en un primer momento, pero afirma que después permaneció "tranquilo".
En cuanto al otro acusado, ha reconocido el robo, haber opuesto resistencia a su detención y haberse "enfrentado verbalmente" a los policías --sin entrar en el contenido de las frases proferidas--, pero no la agresión sexual.
El procesado ha indicado que cuando vieron a la víctima él y su amigo acordaron robarle entre los dos, y que todo el forcejeo fue cuestión de unos instantes porque la patrulla de la Policía llegó casi de inmediato. El joven ha admitido además que "luchó" con un policía, pero acusando al agente de haberle dado una patada primero.
En su defensa, el chico ha declarado que es condumidor habitual de marihuana y alcohol y que en la cárcel se está sometiendo a tratamientos. Además ha indicado que no tiene recursos --ha consignado 500 euros para las indemnizaciones-- porque se encuentra en situación irregular y que llegó a España pidiendo asilo político porque fue "reclutado en una zona guerrillera" en Colombia.
La Fiscalía ha mantenido su petición de prisión, incluida la acusación por agresión sexual. Entre otros factores ha destacado las lesiones en la zona genital de la víctima y el hecho de que no conocía de nada a los acusados, descartando así un ánimo de perjudicarles.
Además de la pena de prisión, el fiscal solicita la expulsión del territorio nacional para el joven en situación irregular. También reclama que se obligue a ambos a indemnizar a la turista con 16.000 euros por las secuelas y daños morales.
La fiscal también plantea compensaciones para los policías por las lesiones, al igual que la acusación particular que ejerce el Ayuntamiento de Calvià en representación de los policías agredidos.
El juicio ha quedado visto para sentencia.