Miguel Correa, un sevillano de 12 años, que escribe "para hacer del mundo un lugar mejor"

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Sevilla, 16 may (EFE).- El joven escritor sevillano Miguel Correa ha ganado a sus 12 años el XXIX Concurso Nacional de Cuentos José Álvarez Gil en la categoría primaria gracias a su relato “El ladrón de palabras”, una historia que narra la importancia de pensar en los demás más allá del interés propio para “hacer del mundo un lugar mejor”.

A pesar de su corta edad, esta es una enseñanza que Correa tiene muy clara. En una entrevista a EFE, el joven ha explicado que el objetivo del cuento es hablar de la renuncia a cosas que “deseamos mucho”, aunque esto signifique perjudicar nuestro propio interés.

“El ladrón de palabras”, su obra debut que ahora ha sido publicada por la editorial BABIDI-BÚ, es un relato corto que narra la historia de Ramón, un niño que participa en un concurso de relatos, al igual que Correa, pero al que no se le ocurre ninguna idea para contar.

Para participar en el concurso, el protagonista de la historia pensará en “robar palabras” una idea que puede conllevar un problema para el resto del país y que deberá sopesar.

“Para crear a Ramón me he inspirado en mi mismo. Yo también presenté este relato a un concurso. Soy ambicioso en mis creaciones, pero a veces me quedo sin ideas y desecho folio tras folio, aunque yo no voy a ocasionar ningún problema nacional, claro”, ha explicado entre risas.

Aunque durante la entrevista Correa ha señalado en varias ocasiones que no quiere “hacer spoilers al público”, ha dejado entrever que, finalmente, el protagonista optará por actuar “bien y sin trampas”, lo que considera “mucho más gratificante”.

“Es más fácil sentir orgullo de ti mismo si, por ejemplo, construyes tú mismo una historia a si decides robar ideas a  los demás. Ese es el dilema que se da en mi libro y es lo que quería reflejar. Aunque requiera de más esfuerzo y constancia, siempre será mejor. Aunque haya un camino más fácil, lo que verdaderamente importa es el camino que escojas para llegar a un fin”, ha sentenciado.

Miguel Correa se ha visto sorprendido, a pesar de su corta edad, por un mundo plagado de guerras, conflictos internacionales y de personas “que miran demasiado su propio interés”. Frente a estos problemas, propone la escritura como forma de empatía y solución.

“Todas las personas quieren que el mundo sea un lugar mejor, pero creo que las personas a veces no saben cómo hacerlo. Creo que la escritura puede ser una buena herramienta para conseguirlo. Siempre me he considerado una persona empática, quiero ayudar a los demás”.

Su corta edad y su talento para la escritura podrían hacer pensar que Miguel Correa ha sido siempre un apasionado de la literatura. Sin embargo, tal y como él mismo ha explicado, nunca ha sido un especial aficionado a la lectura.

“Me gusta la lectura, claro, algunos libros más que otros, pero no me considero un apasionado. Sí que pienso que hay libros que nos mandan desde el colegio que pueden ser un poco aburridos, no crean pasión. Esa es una idea que tuve muy presente en mi relato, quería contar y hacer sentir”.

El libro no nació con idea de ser libro, sino un relato para la asignatura Escritura Creativa que se imparte en su colegio para después optar al Concurso Nacional de Cuentos José Álvarez Gil.

“No sabía muy bien de qué escribir, así que bromeé con mi madre acerca de mirar algunas ideas por Internet. Justo de eso va el libro, del dilema de copiar o no ideas. Después mi madre me dio una sorpresa, lo editó y pudimos publicar el libro”, ha afirmado. EFE

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