Liberadas dos víctimas de explotación sexual y detenida su proxeneta en Valladolid

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Valladolid, 11 may (EFE).- La Policía Nacional ha liberado a dos víctimas de explotación sexual y ha detenido a su proxeneta por un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y por prostituir a las mujeres en un club de alterne de la provincia de Valladolid, cuya precariedad económica y vulnerabilidad era aprovechada por la explotadora.

La detención se ha producido en el marco de la operación 'Chamba', que inició la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Comisaría Provincial de Valladolid en diciembre de 2023 al detectar la existencia de dos víctimas de explotación sexual, han informado fuentes policiales en nota de prensa.

Las mujeres habían sido captadas por su explotadora en su país de origen y engañadas mediante la falsa promesa de un puesto de trabajo como “ganchos” para atraer a clientes en un establecimiento de hostelería y que consumieran bebidas alcohólicas.

Las víctimas desconocían que el verdadero propósito de su viaje era ser explotadas y obligadas a ejercer la prostitución en un conocido club de alterne de la provincia, y dada su situación de necesidad y que carecían de recursos económicos, fueron fácilmente seducidas por la falsa promesa de poder prosperar en España.

La captadora se encargó de organizar el traslado a España de las víctimas, sufragó los billetes de avión y les proporcionó el dinero necesario para cubrir el viaje.

También se encargó de gestionar las reservas hoteleras a nombre de las mujeres para justificar su viaje con la finalidad de aparentar entrar en el país como turistas y no levantar sospechas en la frontera, para lo que eran previamente aleccionadas sobre lo que debían relatar a las autoridades en caso de ser preguntadas sobre el viaje.

Desde el momento en que aterrizaron en España fueron controladas por la mujer, quien las recogió y las trasladó personalmente al club de alterne, momento en que fueron informadas de que habían adquirido una deuda que ascendía a 2.200 euros pero que aumentaría de manera exponencial si se incumplían las normas de pago impuestas por la proxeneta.

Las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución, para cubrir la deuda generada, desde las 17:00 horas hasta la madrugada, extendiendo su horario durante los fines de semana hasta pasadas las 04:30 horas, asumiendo también las reglas impuestas en el club en relación a las tarifas fijadas.

Las normas que regían el pago de la deuda contraída con su explotadora se fundamentaban en criterios subjetivos establecidos por ella misma, por lo que la deuda siempre aumentaba de manera exponencial, las víctimas no llegaban a cubrirla y debían aceptar su explotación sin obtener beneficio alguno.

La explotadora residía en el propio club, por lo que la libertad de movimientos de las víctimas se encontraba restringida aún fuera del horario establecido, siendo siempre controladas por ella, tratando de que ambas no generasen relaciones personales que pudieran facilitar su huida y salir de su control.EFE

pcr/prb

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