Madrid, 25 abr (EFE).- Pérdidas como la de su abuela o su padre en los últimos años enseñaron a Rozalén lo difícil que es "abrazar la ausencia", pero lo importante que es en cualquier caso abrazar y decir más a menudo "te quiero", de ahí su nuevo disco.
"No soporto el nivel de violencia al que nos estamos acostumbrando y no sé por qué tengo que leer ciertas cosas, ciertas mentiras o que me parezca normal las imágenes que estamos viendo de cosas macabras en el mundo", protesta en una charla con EFE la artista española (1986).
Ese mensaje, condensado en la canción 'Mis infiernos' junto al rapero Kase.O y R de Rumba, es el único "disparo" que encierra 'El abrazo', su sexto disco de estudio, que sale este viernes y es, como su propio nombre indica, un bálsamo cálido en tiempos inciertos.
"Trata de emociones universales, de cosas que pasaremos todos", apunta de un álbum que achucha con mimo "diferentes amores, diferentes personas y diferentes nostalgias", como la de su infancia, retratada en 'Entonces', el tema más antiguo, que llevaba esbozando desde 2020.
Entre las canciones más especiales está 'Cenizas' y, especialmente, 'Todo lo que amaste', la que cierra el repertorio, dedicada a su padre, fallecido hace dos años de forma repentina.
"Perder un padre, y encima un buen padre como yo tuve, es lo más fuerte que me ha pasado en la vida (...). Cuando se van de golpe, el 'shock' que provoca a los que nos quedamos es diferente al que por ejemplo sentí con mi abuela", reconoce, antes de lamentar que "no nos enseñan a abrazar la ausencia".
"Cuando hice la canción, algo cambió. Ahora igual hay lágrimas, pero también una sonrisa", señala satisfecha y orgullosa de lo que provoca el tema en otros que pasaron por esa situación.
"Ahora cada vez doy más abrazos y digo más 'te quiero'. A lo mejor por todas esas ausencias, porque, cuando la enfermedad o la muerte están cerca, decides dedicarle tiempo a acariciar, no a odiar", valora la artista, que en este álbum habla más de amor romántico que nunca".
Así como México dejó su huella en 'El árbol y el bosque' (2020) y en 'Matriz' (2022) se impregnó del folclor español, en 'El abrazo' hay una impronta importante de su paso por Colombia, menos notable en 'Llévame' por su sonido "más indie" y roquero, poco habitual en la música de Rozalén, y muy perceptible en la contagiosa 'Tres días en Cartagena', junto a Carlos Vives.
"Eso es surrealista. A mí me dicen con 7 años que algún día iba a cantar con él...", comenta aún incrédula sobre un dúo que se gestó tras varios encuentros previos y un viaje a Colombia en 2023 para visitar proyectos de paz. "Así te das cuenta de que la mezcla siempre multiplica", añade la cantante tras llevar también al rey del vallenato a su terreno.
Entre tanto amor, solo un golpe de realidad en 'Mis infiernos', con un destinatario claro. "No diré nombres propios pero sí que se la dedico a mucha gente que creo que ha sido muy injusta conmigo y que me ha criticado sin saber por qué me estoy callando sobre un tema o por qué no estoy criticando a una compañera", señala.
"Hay mucha libertad a la hora de decir cosas y a veces no somos conscientes del daño que podemos provocar. No es lógico que estemos acostumbrándonos a esto, así que con esta canción me desahogo y es todo el tiempo que le voy a dedicar", comenta.
Rozalén no se arrepiente de haberse puesto quizás en la diana de algunos sectores por haberse convertido en una defensora del feminismo en España y de la memoria histórica. "Es lo que tengo que defender, soy mujer y quiero un mundo amable para todos, para todas", concluye.
Para presentar 'El abrazo', Rozalén preparó una larga gira por España, que arranca el 18 de mayo.
Javier Herrero.