Funcas detecta que la presión fiscal en España ha vuelto a los máximos de 2007

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Madrid, 17 abr (EFECOM).- La presión fiscal de las cuatro principales figuras tributarias españolas -IRPF, IVA, impuesto de sociedades e impuestos especiales- ha recuperado en los últimos años los niveles máximos anotados en 2007, justo antes de la crisis financiera, cuando alcanzó el 18 % del PIB, según Funcas.

En un artículo sobre la presión fiscal elaborado a partir de datos de la Agencia Tributaria y publicado este miércoles, Funcas apunta que la presión fiscal de estas cuatro figuras ha crecido progresivamente desde el mínimo de 2009 (12,8 % del PIB) tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Esta recuperación se aceleró tras la pandemia y en 2022 llegó a superar el máximo de 2007, al alcanzar el 18,2 % del PIB, aunque en 2023 bajó al 17,8 % del PIB. Sin embargo, la distribución de esta presión fiscal no es la misma que en la época el 'boom' inmobiliario.

Funcas explica que el aumento de la presión fiscal se debe "esencialmente" al IRPF, cuya presión fiscal ha aumentado dos puntos de PIB entre 2010 y 2023, debido tanto al aumento de la base gravada como de los tipos medios.

Este crecimiento está relacionado, apunta, con la 'progresividad en frío', es decir, con el hecho de que no se hayan ajustado o deflactado los tramos y otros elementos del impuesto a la evolución de la inflación y su impacto en los salarios, lo que hace que se pague más aunque no se haya ganado poder adquisitivo.

La presión fiscal del IVA aumentó 1,2 puntos en ese periodo, también impulsada por las mayores bases, y aunque en 2023 bajó, Funcas advierte de que es un efecto coyuntural debido a las rebajas de tipos implementadas como parte del escudo social.

El impuesto de sociedades, en cambio, mantiene una presión fiscal de alrededor del 2 %, lejos del 4,2 % que llegó a marcar en 2007 -"en las excepcionales circunstancias de una intensa burbuja inmobiliaria"-, aunque la presión se elevaría hasta el 2,6 % si se incluyesen en el cómputo los gravámenes sobre banca y energéticas.

Por lo que respecta a los impuestos especiales, su presión fiscal se ha reducido ya que aunque las bases se incrementan, los tipos, que están expresados en euros y no en porcentaje, no se han ajustado a la evolución de los precios. EFECOM

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