(Actualiza la EC3391 con declaraciones del CEO y detalles del grupo)
Madrid, 17 abr (EFECOM).- ACS se ha marcado como objetivo superar los 2.000 millones de euros de dividendo de cara a 2026, tres veces más que la cantidad de 2023, y lograr un beneficio neto de hasta 1.000 millones de euros, de acuerdo con su nuevo plan estratégico para los próximos dos años.
El grupo que preside Florentino Pérez espera incrementar sus ingresos un 9 % anual hasta 2026 y un 14 % su beneficio neto (excluyendo resultados extraordinarios). En concreto, espera que los ingresos se sitúen en el entorno de los 43.000-48.000 millones de euros en 2026 y que el beneficio neto esté entre los 850 y los 1.000 millones, según ha avanzado el consejero delegado de ACS, Juan Santamaría.
En el marco de su primer 'Capital Markets Day', ACS ha anunciado que quiere doblar su valor de cara a 2030, que a cierre de 2023 fija en 14.000 millones, gracias al crecimiento de sus negocios estratégicos, así como a nuevos vectores.
Asimismo, espera que el flujo de caja (FCF) ronde los 5.300-7.000 millones, de los que entre 2.000 y 3.000 millones procederán de potenciales desinversiones y hasta 4.000 millones del propio negocio.
El destino de ello irá a la remuneración al accionista (2.000 millones), al desarrollo de nuevos proyectos 'greenfield' y de otros sectores (1.300 millones), a fusiones o adquisiciones, así como a otras inversiones (1.200-2.900 millones), a Abertis (650 millones en ampliación de capital) o a la adquisición del 10 % de Thiess (200 millones).
Para 2030 la compañía espera expandir sus inversiones y se ha marcado como objetivos distintos sectores: las infraestructuras, el digital y tecnológico, el de transición energética, la movilidad sostenible y los minerales críticos.
Su ambición para 2023 establece un objetivo de inversiones total de 20.000 millones en infraestructuras, de las que las inversiones de capital de ACS rondarían los 1.200-1.800 millones, y que el valor patrimonial esté entre 3.000 y 4.000 millones.
En el negocio digital y tecnológico, el total de inversiones, especialmente en centros de datos, asciende a 6.000-12.000 millones (1.000 y 2.000 millones de inversiones de capital de ACS), y el valor rondaría los 3.000-5.000 millones.
En el área de transición energética (renovables), donde se esperan inversiones de entre 5.000 y 7.000 millones, las de capital de ACS están entre 1.000 y 1.500 millones y el valor rondaría los 2.000-3.000 millones; mientras que en movilidad sostenible se esperan inversiones de 2.600 millones (hasta 1.500 millones de ACS) y que el valor patrimonial supere los 1.000 millones.
La compañía, que está centrada en la simplificación de su estructura con la integración de sus operaciones, se ha marcado como pilares tres grandes áreas: las soluciones integradas (65 %), las infraestructuras (20 %), y la ingeniería y la construcción (15 %).
Juan Santamaría, consejero delegado de ACS, ha destacado ante los inversores la necesidad de reducir el riesgo de su porfolio: "Queremos asegurarnos de que evitamos algunos de los errores del pasado, cuando gran parte de la industria de la construcción asumió riesgos innecesarios", ha afirmado.
Ese proceso continuará durante los próximos dos años, ha detallado Santamaría, que ha asegurado al mismo tiempo que no se van producir "sorpresas" en un futuro cercano.
El primer directivo del grupo que preside Florentino Pérez celebra que los planes para entrar en campos como los centros de datos y las infraestructuras de baterías ya no son una "visión" de futuro, sino una "realidad", aunque recalca que la construcción tradicional en sectores como el transporte continuará creciendo y formando parte del ADN de la empresa.
Su filial norteamericana Turner, que dará el salto a Europa, prevé que el 40 % de su portfolio proceda del ámbito tecnológico y tiene identificadas oportunidades por 20.000 millones de dólares en proyectos en Europa. Así, cifra en 500 millones de dólares los ingresos procedentes de 2 proyectos asegurados y estima que el 20 % de los ingresos de la compañía de su compañía SourceBlue procedan de Europa en 2027.
En el caso de la australiana CIMIC espera aprovechar el aumento del gasto en infraestructuras y su posición en la transición energética, los minerales críticos o la movilidad sostenible.
En cuanto al negocio de infraestructuras, a través de sus diferentes compañías, se estima un pipeline de 30.000 millones. En el caso de proyectos de hidrógeno verde de cara a 2030 tiene identificada una cartera de 5GW y en movilidad sostenible de 4.400 millones con inversiones de 2.600 millones.
En minerales críticos confía en lograr en 2030 un ebitda de más de 600 millones gracias a la producción de litio.
Al avanzar la estrategia de Dragados para los próximos años, el consejero delegado de la empresa, Santiago García, ha resaltado la intención reducir riesgos e impulsar los contratos colaborativos, así como profundizar en las sinergias con otras compañías de ACS.
El objetivo es al mismo tiempo diversificar la actividad hacia segmentos de alto crecimiento como los centros de datos, infraestructuras energéticas y de baterías, instalaciones médicas, de tratamiento de aguas y nuevas soluciones de movilidad. EFECOM
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