Madrid, 11 abr (EFECOM).- El exsecretario de Estado de Energía Nemesio Fernández-Cuesta cree que, al final, las centrales nucleares en España, cuyo cierre está programado para el periodo 2027-2035, se mantendrán y ha afirmado que la electrificación, que es la esencia de la transición energética, en España no está funcionando.
Fernández-Cuesta ha presentado este jueves, junto a Pedro Mielgo, expresidente de Red Eléctrica, el libro 'Transición y crisis energética. La reforma del mercado eléctrico', del que son autores.
Ha recordado que la energía nuclear en España supone entre el 20 y el 22 % de la generación eléctrica, no produce emisiones y su coste es aceptable, y cerrarlas supone renunciar a todo eso.
Fernández-Cuesta ha dicho que cree que las centrales nucleares se mantendrán "porque la ley de la gravedad, aunque no se vea, existe", al tiempo que ha recordado que en Cataluña, por ejemplo, la retirada de la operación de las centrales que hay allí supondría cerrar el 50 % de la generación eléctrica de ese territorio.
Ha indicado que en España la electrificación no está funcionando y ello se debe a que hay temas pendientes de resolver desde hace tiempo, como la retribución al transporte y a la distribución eléctrica.
Fernández-Cuesta ha explicado que las renovables están multiplicando los puntos de origen de la electricidad, lo que obliga a incrementar las conexiones y subestaciones, al tiempo que la obligación que se ha puesto a determinadas estaciones de servicio de disponer de puntos de recarga hace necesario llevar redes preparadas para soportar las potencias a esos lugares.
Para Fernández-Cuesta, no se puede estar en España con una retribución al transporte que está limitada a un tope sobre el PIB o funcionar con unos cálculos sobre coste medio ponderado del capital (WACC) que se han quedado desactualizados con la subida de los tipos de interés.
Ha añadido que tiene que haber unos pagos que permitan la electrificación, que den certeza de que las inversiones se van a retribuir.
Por otro lado, se ha mostrado contrario a las subastas para implantar energías como las renovables porque eso obstaculiza el mercado a plazo, que considera mucho mejor para dar estabilidad a las inversiones.
Para Pedro Mielgo, la red de distribución "necesita un repaso", pues, cuando haya 5 millones o más de vehículos eléctricos, harán falta cargas más rápidas, con más potencia, para que tanto coche pueda recargarse en tiempos razonables y habrá una suma de potencias "monumental", por lo que la mejora de la red de distribución hay que planteársela con una perspectiva de tiempo e inversiones.
En cuanto al almacenamiento, Fernández-Cuesta ha dicho que lo primero que habría que apoyar es el bombeo hidráulico, al tener menos coste y proporcionar más horas que las baterías.
Ha explicado que el almacenamiento es importante para subir los precios en las horas en que ahora está a 0 y bajarlo en las horas en que su precio es alto.
Respecto a la electrificación del transporte, ha recordado que entre el 75 y el 80 % de los coches en España duermen en la calle, por lo que, o se monta una red pública de cargadores suficiente, o no va a haber electrificación, y ha añadido que hay que liberalizar las inversiones en transporte y distribución, que decidan las empresas, porque, en su opinión, "la planificación centralizada no sirve". EFECOM
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