Madrid, 8 abr (EFECOM).- La reducción de la jornada laboral anunciada por el Gobierno, de las actuales 40 horas semanales a las 38,5 este año y a las 37,5 el que viene, restaría seis décimas de crecimiento medio anual al PIB y ocho décimas al del empleo durante los dos próximos años.
Según un informe Human Capital Outlook, del Instituto EY Sagardoy Talento e Innovación, el recorte de la jornada máxima legal podría afectar a 8 millones de asalariados e incrementar los costes laborales.
Ello deterioraría la actividad y el empleo "si no se adoptan medidas compensatorias y se incentiva la cooperación entre empresas y trabajadores", se advierte en el estudio, elaborado por el socio responsable de EY Insights y ex secretario de Estado de Empleo del anterior gobierno del PP, Juan Pablo Riesgo.
El estudio tiene en cuenta el "exceso de horas trabajadas", entendido como la diferencia entre la jornada efectiva y el nuevo límite que el Gobierno negocia con los agentes sociales, lo que alcanza a 28,9 millones de horas semanales en el último año, (el 5,5 % del total de horas efectivas).
"Sin medidas compensatorias que alivien el aumento estimado de los costes laborales (1,5 % del PIB), el recorte del tiempo de trabajo restaría en torno a 6 décimas al crecimiento medio anual del PIB durante el próximo bienio y 8 décimas al del empleo", detalla.
Por ello, insiste en la necesidad de poner en marcha medidas que contribuyan a "acentuar los efectos positivos de la reforma, mitigar los negativos y mejorar la posición competitiva de la economía española".
El número de bajas a la Seguridad Social por causas de abandono voluntario o dimisión ha retomado su senda de crecimiento iniciada a finales de la "gran recesión" y solo interrumpida durante los peores momentos de la pandemia.
Así, el informe señala que "la explosión de los abandonos voluntarios de trabajadores con contratos indefinidos se han multiplicado por 4 entre 2021 y 2023 y superan ya los abandonos de los afiliados con contratos temporales".
No obstante, un hecho a destacar es que solo el 23 % de los afiliados no pluriempleados que se dan de baja por abandono voluntario tienen un nuevo empleo en el plazo de una semana, pero el 60 % de los que dimiten tardan al menos dos meses en encontrar un nuevo empleo.
Además, la mayoría de los empleos conseguidos después de abandonos voluntarios no suponen una mejoría en el grupo de cotización y solo el 27 % de los que dimiten consiguen un puesto de trabajo en grupo de cotización mayor que el que abandonaron, en tanto que el 37 % tiene un grupo de cotización inferior.
También han crecido las bajas de aquellos que no superan el periodo de prueba, algo que el informe achaca al incremento masivo de nuevos contratos indefinidos, ya que estas se concentran en los primeros años de la relación laboral.
La misma tendencia han experimentado las bajas por pases a situación de inactividad de los fijos discontinuos, en correspondencia con el aumento de la afiliación en este tipo de contratos, según el estudio.
Y es que, aunque el crecimiento de la contratación fija discontinua se ha moderado, sigue representando un volumen de contratos muy superior al previo a la reforma y la mayor parte de estos contratos ha pasado a ser gestionada "de forma progresiva y ya mayoritaria por las empresas de trabajo temporal (ETT)". EFECOM
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