Barcelona, 3 abr (EFE).- Las españolas se casan de media a los 33,4 años de edad y los españoles a los 35,6, lo que supone 1,6 y 1,4 años más tarde que la media europea, respectivamente, según los datos del estudio Matrimonios en España, de la escuela de negocios TBS Education-Barcelona.
Esta investigación, para la que se utilizó Inteligencia Artificial supervisada, ha recogido y comparado los datos de seis países europeos -Alemania, España, Francia, Grecia, Italia y Portugal- durante el periodo comprendido entre 2013 y 2022, y ha concluido que España es el país con tendencia a casarse más tarde.
El profesor colaborador de TBS Education-Barcelona y experto en el Comportamiento del Consumidor y Neuromarketing, Edgar Sánchez, que ha liderado la investigación, ha destacado que, además, "es en España donde más ha aumentado la edad de matrimonio a nivel europeo".
La edad media para casarse en España ha aumentado en 1,2 años de edad tanto en el caso de las mujeres como en el caso de los hombres: en 2013 ellas se casaban de media a los 32,2 y ellos lo hacían a los 34,4.
Otro dato que revela el informe es que en España las mujeres se casan, de media, con hombres 2,2 años mayores que ellas, una tendencia generalizada entre las europeas.
Pese a que los datos demuestran que en países como España los casamientos están en auge, se trata de un fenómeno que tiene que ver con la recuperación pospandemia y la tendencia general en la UE es a la baja.
A nivel español aún no se ha alcanzado el número de matrimonios que había antes de que irrumpiera la covid-19, en 2020.
Así, los resultados de este estudio demuestran que, mientras que la ratio de bodas en España es actualmente de 3,1 por cada 1.000 habitantes, en 2020 era de 1,9, lejos del 3,5 de 2019, previo a la pandemia.
Respecto al tipo de bodas, hay una tendencia a la reducción de los matrimonios religiosos: desde 2013 hasta 2022 se ha dado una disminución de más de 15.000 matrimonios religiosos por año, mientras que los civiles han aumentado en más de 37.800 matrimonios anuales.
En cuanto al análisis por territorio, cabe destacar Extremadura, que ha visto aumentar considerablemente los puntos porcentuales que separan a cada tipo de matrimonio: mientras que en 2013 la comunidad autónoma tuvo un 51 % de matrimonios civiles y un 49 % de religiosos, en 2022 estas cifras fueron de 71 % y 29 %, respectivamente.
Otras comunidades como Cataluña no han tenido un salto diferencial tan grande porque tradicionalmente ha habido una tendencia más clara hacia el matrimonio civil.
En esta comunidad, mientras que en 2013 el 83 % de las bodas fueron civiles y el 17 % religiosas, en 2022 estos porcentajes fueron del 90 % y el 10 % respectivamente.
Según Edgar Sánchez, el tipo de enlace tiene que ver con el PIB per cápita.
"Aparentemente, si las personas tienen más ingresos, se casan más por el rito civil, aunque debemos tomar esta conclusión con cautela, ya que el PIB no es un indicador genuino de los ingresos", apunta. EFE.
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