Silvia Tortosa, una artista polifacética mucho más allá que el icono del cine del destape

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Jose Oliva

Barcelona, 23 mar (EFE).- La actriz Silvia Tortosa, fallecida este sábado a los 77 años, se distinguió en una carrera de 60 años como una artista polifacética, con inmersiones en teatro, cine y televisión, que la consagraron como un persona muy popular en la década de 1970, mucho más allá que el icono del cine del destape que fue.

Nacido el 8 de marzo de 1947 en el barrio barcelonés de Sagrada Familia y debutó a los quince años en el teatro en el papel de Dorita de 'El mago de Oz' y cuatro años después, con diecinueve, lo hizo en el cine con la película 'El último sábado', de Pedro Balañá.

También muy joven inició su actividad en televisión, medio en el que trabajó de forma más continuada desde la década de 1960, y será recordada de manera especial como presentadora del programa musical 'Aplauso' de TVE, emitido entre 1978 y 1983, que le otorgó gran popularidad en España.

Silvia Tortosa participó en muchas series televisivas de éxito, como 'Curro Jiménez', 'La huella del crimen', 'Hostal Royal Manzanares', 'Farmacia de guardia', 'Hospital Central', 'Centro Médico' o 'Arde Madrid', y en espacios dramáticos míticos de TVE como 'La novela', 'Estudio 1' o en uno de los episodios de 'Historias para no dormir' ('Freddy'), de Chicho Ibáñez Serrador.

Su último trabajo para la pequeña pantalla fue en 2011, en la serie 'Carmen Cervera, la baronesa', inspirada en la viuda del barón Thyssen en la que Silvia Tortosa, Mar Regueras y Esmeralda Moya encarnaban al personaje en diferentes etapas de la vida.

Desde ese año Tortosa presentó su propio programa televisivo a través de Internet, 'En casa contigo', en el que la artista ofrecía consejos para el hogar o la cocina.

Silvia Tortosa, que había estudiado arte dramático en el Institut del Teatre de Barcelona, donde conoció a su primer marido y profesor, Hermann Bonnin, tuvo una dilatada carrera teatral, en la que interpretó obras de Valle-Inclán, Molière, Rafael Alberti, Jaime Salom, Antonio Gala, Alfonso Paso, que concluyó en 2000 con la obra 'Una mujer sin importancia' de Oscar Wilde.

En el cine, más allá de ser una de las actrices fetiche del cine de destape durante el postfranquismo, Silvia Tortosa participó en cerca de treinta películas, entre ellas 'Pánico en el Transiberiano' (1972), de Eugenio Martín, con un reparto internacional encabezado por Christopher Lee, Peter Cushing y Telly Savalas.

La lista de sus filmes incluye 'Asignatura pendiente' (1977), de José Luis Garci, con José Sacristán; 'Tobi' (1978), de Antonio Mercero; 'La hoz y el Martínez' (1985), de Álvaro Sáenz de Heredia, junto con Andrés Pajares; 'Hasta que el matrimonio nos separe' (1976), de Pedro Lazaga, con José Sacristán, Mary Carrillo, Emilio Gutiérrez Caba o Mónica Randall; 'La señora' (1987), de Jordi Cadena; 'Los mares del sur' (1990), de Manuel Esteban, y su última incursión en la gran pantalla, 'Presentimientos' (2013), de Santiago Tabernero.

Con ánimo de progresar, Tortosa llegó incluso a dirigir una película, 'Muñequitas lindas' (1988), un cortometraje en el que retrató los sinsabores de dos mujeres, tía y sobrina, que comparten piso y resentimientos contra los hombres, y a finales de los años 70 grabó dos canciones, una de ellas con letra compuesta por la propia artista.

Todas estas vivencias fueron recogidas por Silvia Tortosa en 2007 en el libro de memorias 'Mi vida oculta', que lleva por subtítulo 'Un desnudo total interior', en el que desvelaba intimidades de sus relaciones con los hombres que habían pasado por su vida, sin soslayar los aspectos sexuales.

Tras separarse de Bonnín solo año y medio después de su matrimonio, Silvia Tortosa se casó otras dos veces, con el norteamericano Charles Davis, que falleció cuatro meses después de la boda por una neumonía, y con el británico David Harper, de quien también se divorció para unirse sentimentalmente en 2008 al productor Carlos Cánovas, que era su actual pareja. EFE

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