El expresidente de la Generalitat Quim Torra ha considerado que "en estos momentos hay más exvotantes independentistas que votantes independentistas" con la mirada puesta en las elecciones al Parlament previstas para el 12 de mayo. En una entrevista en el 3/24 de este lunes recogida por Europa Press, ha defendido que es "lógico que hayan aparecido alternativas" a las formaciones con representación parlamentaria. Ha emplazado a las formaciones independentistas que han estado en la Cámara catalana esta legislatura que expongan sus propuestas electorales: "Estoy expectante", ha asegurado, mientras que ha dicho que de los otros partidos no espera gran cosa. Torra ha reiterado que su presidencia de la Generalitat "era un paso por la política", que ha enmarcado en una situación que veía muy complicada, y que no prevé volver a concurrir en unas elecciones. Preguntado por un retorno del también expresidente Carles Puigdemont, ha asegurado que su "gran objetivo político" fue poder recibirlo durante su presidencia en el Palau de la Generalitat, y ha deseado que pueda volver cuanto antes, en sus palabras. BUCLE Sobre su posición respecto la amnistía, Torra ha explicado que es "crítico con el pacto que ha habido", si bien ha expresado alegría por los que puedan acogerse a ella, especialmente para los acusados de terrorismo. "Yo lo que soy crítico es con el hecho de que pensemos que hay una posibilidad de negociar nada con el Estado español que nos pueda llevar a un referéndum de autodeterminación. Esto es imposible. Precisamente por esto, porque alcanzamos el convencimiento de que era imposible, hicimos lo que hicimos", ha recordado. Ha lamentado que el independentismo vuelva a "replantearse las mismas cuestiones permanentemente": ha considerado que hay un bucle, y ha añadido que dentro de la Constitución no hay vida par aun independentista. PANDEMIA Torra ha tachado de "absolutamente repugnante" que alguien pudiera pensar en hacer negocio durante la pandemia y, preguntado por la labor del actual líder del PSC y entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha considerado que --textualmente-- probablemente estaba intentado encontrar material donde fuera. Ve "absolutamente negativa" su gestión, que a su juicio consistió en una centralización opuesta a la delegación hacia los hospitales que requería la situación sanitaria.