Carlos Bazarra
València, 16 mar (EFE).- Las fallas de València lucen ya este sábado ante miles de personas que escrutan cada ninot para descubrir a quién se critica o qué se satiriza, algo que este año domina la política nacional y la catalana, la tensión mundial por guerras y crisis ambientales, las redes sociales y la farándula televisiva.
Pedro Sánchez y Carles Puigdemont, Putin y Kim Jong-un, Pablo Motos y Cristina Pedroche, la dependencia digital y de las redes, Barbie, las guerras pasadas, presentes y futuras, el cambio climático y el espectáculo de los medios conviven ya por toda la ciudad -hasta el martes, cuando la Cremà calcine el trabajo de todo un año- con temas clásicos como la historia, el arte y la mitología, los infiernos, el erotismo, las aventuras exóticas y el cromatismo.
Repartidas por toda la ciudad, las 384 comisiones de València exhiben ya desde este sábado sus monumentos infantiles y sobre todo los grandes, por los que además de visitantes y turistas desfilan ya los miembros del jurado de la Junta Central Fallera que deben decidir cuáles son las mejores de un año en el que el presupuesto total de las fallas ha ascendido a casi 8,9 millones de euros.
La intensa noche de la "plantà" de las Fallas 2024 ha dado paso a un amanecer con ingentes restos de verbenas, fiestas y botellones en el que cientos de paseantes se mezclaban con grupos tanto de jóvenes que aún estaban de fiesta como de motivados corredores, que sorteaban las crecientes mareas de turistas pertrechados con cámaras, ropa primaveral -a las 8 el termómetro marcaba ya 20º- y muchas ganas de intentar abarcar toda la oferta fallera de este año.
Un año más, el Gobierno, la oposición y el "procés" catalán, con sus actores, argumentos, amnistías e iconografías, están presentes en casi todas las críticas políticas que incluyen muchas fallas, tanto de la sección Especial -las más vistosas y de más presupuesto- como el resto.
Puigdemont es un vampiro en su ataúd entre un frankenstein Pedro Sánchez y un jorobado Junqueras (Exposición-Micer Mascó, aunque este último también es el gato de Alicia en Cuba-Literato Azorín), pero el expresident muta también en Allan Puigi, el amigo de Ken Sánchez en El Pilar; en el Sombrerero Loco de Cuba-Literato Azorín; en emperador romano en Convento Jerusalén; en el preso Puchi en Sueca-Literato Azorín y en geisha en Regne de València-Duque de Calabria, aunque uno de los más virales es su tándem con Sánchez practicando sexo anal en Pedro Cabanes-Conde Lumiares.
Feijóo también se cuela en muchas fallas aunque casi siempre acompañado de Santiago Abascal (ambos como bailarinas del Moulin Rouge en Joaquín Costa-Conde Altea y también como sendos Ken en El Pilar) y Pedro Sánchez (rivales de La Voz en Avda.Oeste-Velluters y en un combate asiático en Regne de València-Duque de Calabria).
También puede verse a Yolanda Díaz (como Sancho Panza junto a su Quijote presidente en Cuba-Literato Azorín y como diva griega clásica en Convento Jerusalén), a Isabel Díaz Ayuso (como osa feroz en Regne de València-Duque de Calabria y como reina de corazones con hacha en Cuba-Literato Azorín) y hasta a Koldo García, quien aunque no ha llegado a tiempo de convertirse en ninot sí ha entrado a última hora en carteles y fotos satíricas de varias fallas.
La actualidad mundial sigue siendo la base de muchas fallas, que abarcan desde la guerra en Ucrania a la tensión entre potencias (con un omnipresente Putin, pues raro es el monumento que en su sátira política no lo convierte en ninot), el precio de la paz (tema central de la falla municipal con sus dos enormes palomas que se disputan una rama de olivo), el recuerdo de contiendas pasadas (con homenaje a Gila y a Chaplin en Almirante Cadarso-Conde Altea) o el drama de la inmigración (también en plena plaza del Ayuntamiento).
Pero ante esa dramática realidad sobresalen también muchas alegorías a la igualdad y la fuerza sin rendición de la mujer (como en Almirante Cadarso-Conde Altea, en tres etapas vitales y siempre resistiendo a guerras y crisis), a la condena de la violencia machista (en El Pilar) y a la lucha por los valores LGTBi+ (Exposición-Micer Mascó, con homenaje incluido a Pedro Zerolo).
Y el poso de la Capitalidad Verde Europea que ostenta València este año se cuela en muchas fallas grandes e infantiles que tienen trasfondos ambientales, ecologistas y sostenibles, tanto de fondo como de forma.
La crítica a los medios también salpica numerosos monumentos, con Pablo Motos como principal diana de la sátira fallera (acusándole de machista tanto en Joaquín Costa-Conde Altea como en El Pilar) pero también pueden verse muchos ninots con rostros conocidos de la televisión como Cristina Pedroche, Ana Obregón, Belén Esteban, Kiko Rivera, Josep Pedrerol, Antonio Ferreras y Ana Rosa Quintana.
Las redes sociales, la excesiva dependencia del "me gusta" y del "postureo" en internet, el móvil como centro de la vida personal y los peligros de la dependencia tecnológica inundan también muchas comisiones de este año, donde resalta la creciente preocupación de los artistas falleros por las consecuencias de esas adicciones.
Y como siempre, visitar fallas -siempre con calzado cómodo- es un particular viaje por la historia y sus historias, por escenas clásicas, mitológicas y exóticas por doquier entre ninots llenos de colorido y experimentación cromática, alturas imposibles, remates acrobáticos, decorados vegetales y filigranas llenas de texturas. Todo ello será, la noche de San José, pasto de las llamas. EFE
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