Madrid, 13 mar (EFE).- Tras ahondar en el drama de los abusos sexuales contra jóvenes coreanas en la II Guerra Mundial en 'Hierba', entre otros temas, la historietista Keum Suk regresa con 'Perros', un mensaje para dar a conocer la "triste realidad" de estos animales en su país.
A través de sus tres perros, Zanahoria, Patata y Choco, la coreana se mete en la piel de estos animales para narrar en este cómic (Reservoir Books) una historia sobre cómo ayudan a crear vínculos entre las personas así como para reflexionar sobre la esencia de la familia.
Un trabajo -a la venta mañana- que es una historia de amor a los perros, ésos animales que en Corea y China son consumidos, una tradición que, según cuenta en una rueda de prensa online, se remonta a hace 600 años a.C: "el presidente de Corea ha dicho que ya es la hora de terminar esa práctica, y dentro de tres años entrará en vigor esa ley".
Según explica, 'Perros' se basa en sus experiencias personales con estos animales, en su caso perros adoptados, y para contar cómo se sienten ellos ha continuado con su forma de narrar, una mirada que se centra "en los rincones sombríos de la humanidad, o los dolores de la sociedad".
La autora que abordó cómo la guerra de Corea separó a muchas familias en 'La espera', afirma ahora: "Tengo mucho interés de contar historias de tristeza o dolorosas de la sociedad. En ese sentido, la historia y las relaciones con los animales, no son diferentes, son esenciales", matiza.
Apunta que en la actualidad una cuarta parte de la población de Corea comparte su vida con animales de compañía, así que la percepción que se tiene sobre los canes "ha cambiado totalmente en los jóvenes".
"Los jóvenes de hoy en Corea optan por vivir con animales más que con niños, así que en tres años ya desaparecerá la cultura de comer carne de perro y muchos granjeros de perros, o los restaurantes, cerrarán las puertas o cambiarán las cartas de sus restaurantes, y aunque siempre exista algo clandestino, tengo la esperanza de que la gente se adaptará a la nueva costumbre", explica.
Con su trazo certero, en el que esta vez las líneas sirven para expresar los sentimientos de los perros a través de su pelaje, Keum Suk reconoce que la primera vez que se fijó en ellos fue en un viaje a Francia, donde lo que más le sorprendió fue los excrementos en las calles.
Eso sí, valora que en Europa los derechos de los animales sean una realidad, por lo que espera que éstos den "un buen ejemplo a seguir" para promover el bienestar de los animales de compañía en Corea. EFE
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