Los riesgos se solapan en internet para los menores: suplantación, abuso y acoso a la vez

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Madrid, 13 mar (EFE).- Los riesgos se solapan en internet para los menores, ya que el 16,5 por ciento de ellos sufre a la vez "grooming" (un adulto se hace pasar por menor), abuso en el seno de la propia pareja y ciberacoso.

Los datos se ponen de relieve en un estudio que ha liderado la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que consultó a 3.500 estudiantes de España con edades entre 10 y 15 años, y con el que han comprobado la relación entre los tres riesgos más frecuentes en internet: las solicitaciones sexuales, la "cibervictimización" entre iguales y en abuso en línea de la propia pareja.

Casi el 17 por ciento de los adolescentes que fueron víctimas de esos tres riesgos a la vez expresaron además puntuaciones de calidad de vida muy bajas, según se desprende del trabajo, en el que se advierte además de que el 6 por ciento de los menores llegó a interactuar sexualmente con adultos.

La investigación fue realizada por el grupo de "Ciberpsicología" de la UNIR y en la misma participaron de 3.578 estudiantes de 28 centros de nueve comunidades autónomas: Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco y Asturias.

El 12,6 por ciento de los menores recibió solicitaciones sexuales -como la petición o la recepción de fotos o vídeos, así como preguntas de índole sexual- y el 6,4 por ciento llegó a interactuar sexualmente con adultos, bien a través del envío de materiales o, alrededor del 1 por ciento de los casos, en persona.

Las chicas fueron quienes con más frecuencia recibieron peticiones sexuales de adultos, sobre todo en la franja de 14 y 15 años, según han comprobado los investigadores, procedentes también de la Universidad de Valencia (UV) y de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

El trabajo pone de relieve, han subrayado los investigadores en una nota difundida hoy por la UNIR, la necesidad de abordar las distintas problemáticas de una manera integral, ya que los riesgos asociados a internet no se producen de forma aislada, sino que se solapan con frecuencia en un mismo individuo. EFE

rc/ess

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