Fiscalía mantiene 10 años para el acusado de pederastia en un colegio de Barcelona

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Barcelona, 11 mar (EFE).- Fiscalía ha mantenido la petición de 10 años de cárcel por agresión sexual para el exprofesor y exentrenador de fútbol del colegio La Salle Bonanova de Barcelona acusado de pederastia, del que ha destacado que "es un auténtico depredador" que se aprovechó de la "vulnerabilidad" de la víctima.

En un juicio que comenzó el 29 de febrero y que ha terminado este lunes en la sección séptima de la Audiencia de Barcelona, el ministerio público ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, donde también pedía 8 años de libertad vigilada y la prohibición durante 5 años de aproximarse o comunicarse con la víctima.

Víctor P., que era profesor y entrenador de fútbol en el colegio del menor, fue supuestamente ganándose su confianza, al aprovecharse de que el niño jugaba en el club deportivo y de que sus padres se habían separado, y se introdujo en su vida hasta el punto de casarse con la madre, irse a vivir con ellos y tener más hijos con ella.

De acuerdo con Fiscalía, el procesado fue aislándole hasta que, con la excusa de que el menor era ayudante de entrenador y tenía que ducharse con él, en un vestuario lo agredió sexualmente en 2010, una situación que se repitió en distintas ocasiones hasta el año 2013.

El ministerio público también solicita al procesado una indemnización de 20.000 euros para resarcir a la víctima, y señala tanto al Club Esportiu La Salle como al Colegio La Salle Bonanova como responsables civiles subsidiarios.

En su informe final, el fiscal ha detallado que la declaración de la víctima, que se llevó a cabo a puerta cerrada, le "impresionó", y que quedó muy claro que los hechos que denunció años después "habían marcado su vida para siempre".

Según ha relatado, el acusado fue "un corredor de fondo", puesto que en los años previos a la primera agresión, Víctor P. se dedicó "a macerar al niño", intoxicándole tanto a él como a su entorno.

"El acusado empieza a adiestrarlo como se adiestra a un animalito: con la técnica del premio y el castigo", ha denunciado el fiscal, que también ha manifestado que Víctor P. obligaba al niño a pasar los recreos "pegado" a él, para tenerlo bajo control.

Además, ha detallado que el acusado amenazaba al menor con objetos como "mazas", y ha subrayado que una hermana menor de la víctima -hija igual que él del primer matrimonio de la madre- había visto a Victor P. amenazarlo con un "cuchillo jamonero", que en casa había discusiones y que el procesado le agredía.

El fiscal también ha resaltado la declaración en el juicio de una segunda víctima de Victor P. en otro colegio, que también se llevó a cabo a puerta cerrada, de la que ha destacado que seguía el mismo patrón: un niño de ocho años que practicaba fútbol con padres separados.

"El acusado es un auténtico depredador, que sabe que (su estrategia) funcionaba y que cometió, como mínimo, dos veces", ha manifestado.

Sobre unas agendas del acusado con varias anotaciones donde presuntamente el procesado escribía relatos de carácter pedófilo, el fiscal ha destacado que en ellos Víctor P. explicaba hechos, pensamientos y deseos que sentía hacia, entre otros, el menor.

Por su parte, el acusado -que solo ha contestado a las preguntas de Fiscalía y de su defensa- ha negado que agrediera sexualmente al menor o que le hubiera amenazado o agredido.

Víctor P. ha incidido en que el joven era "rebelde, que no obedecía las normas", y que la relación con el niño pasó de ser muy buena a "inexistente".

Sobre las agendas con contenido pedófilo, el acusado ha manifestado que son "relatos de ficción" que "no se corresponden con la realidad".

También ha hecho uso del último turno de palabra y, para intentar justificar la denuncia contra él, ha afirmado que descubrió unos supuestos abusos sexuales que la víctima había cometido contra su propia hermana -la del primer matrimonio-, y que cuando le pidió explicaciones a la chica, acabaron discutiendo.

Según la versión del procesado, la joven se fue de casa tras la discusión y a los pocos días, en octubre de 2020, se encontró que la víctima le había denunciado.

Además, Víctor P. ha tratado de desacreditar a los dos hermanos al apuntar que la denuncia buscaba romper la relación que él mantenía con la madre.

En las conclusiones, el letrado de la defensa, además de mantener la petición de absolución, ha añadido como alternativa la imposición de una pena de un año de cárcel por un abuso sexual sin penetración a un mayor de 13 años y menor de 16, con la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. EFE

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