El colegio, las extraescolares y el psicólogo, principales peleas entre padres divorciados

Madrid, 9 mar (EFE).- La elección del colegio, las actividades extraescolares y los tratamientos psicológicos son los desacuerdos más habituales entre los padres divorciados, que solo cuatro de cada 10 prefieren resolver al margen de los tribunales, según explican los abogados de familia que les acompañan en los litigios.

El último informe del Observatorio del Derecho de Familia presentado este sábado por la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) muestra que por volumen de conflictos son las disputas relacionadas con la educación, principalmente la elección del centro escolar (26 %), las que destacan sobre las demás.

Le siguen las discrepancias por los gastos extraordinarios vinculados a las actividades extraescolares (21 %), los tratamientos psicológicos o la determinación del psicólogo/psiquiatra (19 %), el cambio de residencia de los hijos (16 %), los asuntos relacionados con la salud física (10 %) y los aspectos religiosos, como la celebración de la primera comunión (7 %).

Son casos en los que la patria potestad aún la ostentan, salvo excepciones, ambos progenitores después de la separación, con independencia de quién tenga encomendada la guarda y custodia, por tanto ambos participan en la toma de decisiones que afecten al desarrollo, formación, educación y atención sanitaria de los hijos.

Normalmente estos desacuerdos se resuelven mediante un Expediente de Jurisdicción Voluntaria (EJV), que son procedimientos más rápidos y no requieren de un proceso contencioso.

"En muchas ocasiones se abusa de la jurisdicción voluntaria, son decisiones que las deberían tomar los padres y no plantearlas ante un juez o el letrado de la administración de Justicia", como ocurre cuando se acude a ella, ha explicado la vicepresidenta de la AEAFA, Beatriz de Pablo.

"Frecuentemente uno de los padres se opone sin motivo, solo por llevar la contraria.Cuando ves la disputa con detenimiento, no se observan razones de peso para oponerse a una ortodoncia, una actividad deportiva o a clases de idiomas", añade la letrada, quien lamenta que los jueces, con la carga de trabajo con la que soportan, tengan que decidir "si un niño tiene que ir a inglés, francés, flauta o judo".

Según el informe, las desavenencias en el ámbito educativo se centran también sobre la compra de un ordenador, la elección de un modelo educativo público, privado o concertado, salir a estudiar al extranjero o la autorización para expedir el pasaporte.

Respecto a los gastos extraordinarios, destacan las discrepancias sobre actividades extraescolares, deportivas y culturales; también las clases particulares para paliar el déficit académico o el carné de conducir y los campamentos para aprender idiomas.

Decidir si el menor debe acudir a terapia y qué profesional le trataría motiva frecuentemente desacuerdos. Solo existe una excepción que no requiere el consenso de ambos progenitores y es cuando la madre está recibiendo asistencia en un servicio de violencia de género puede llevar a su niño al psicólogo sin consentimiento del otro progenitor con un informe que acredite la situación de maltrato.

Son aún pocas las familias que resuelven sus crisis por vía extrajudicial. Cuando lo hacen eligen la mediación (37 %) y la negociación colaborativa que emprenden los propios abogados formados en esta práctica (19 %).

Según el observatorio, el 44 % de los clientes desconfían de estos medios alternativos y esperan que sus asuntos sean solventados mediante resolución judicial.

"La vía judicial tendría que representar el último recurso y, sin embargo, muchas veces se erige en el primero. Una vez que el cliente se halla inmerso en un conflicto legal y se pone en manos de un abogado, a menudo lo que quiere es derrotar al contrario sin concesiones", ha señalado el secretario de la AEAFA, Álvaro Iráizoz.

El observatorio subraya la falta de servicios de mediación -que desincentiva la vía extrajudicial en un 22 % de las situaciones- y de coordinación de parentalidad en los juzgados españoles.

Tanto desde el ámbito de la magistratura como desde la abogacía especializada se incide en la importancia de los Métodos Alternativos de Solución de Conflictos (MASC), que en el ámbito del derecho de Familia son la mediación, el derecho colaborativo y la conciliación privada que hacen los abogados de Familia.

"Estamos impregnados de una cultura de la confrontación más que del diálogo; la mediación, o cualquier otro método alternativo de resolución de conflictos, requiere de importantes dosis de negociación, interlocución y pragmatismo, que muchas veces no solemos tener", ha lamentado el abogado de familia. EFE

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