Decálogo para no perderse nada importante en ARCO

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Celia Sierra

Madrid, 6 mar (EFE).- Mujeres, descolonización, inteligencia artificial y muchas curiosidades llenan los pabellones de las galerías de arte contemporáneo en ARCO Madrid. Esta guía te ofrece diez claves para no perderse en el recorrido de las 205 galerías que acuden este año la feria.

Muchas de las obras que se pueden ver aquí proceden de colecciones particulares y muy probablemente serán compradas por otros coleccionistas, por lo que merece la pena no perderse estas obras maestras.

Un raro Miró de su serie de las mesonitas (que vale 3,3 millones de euros), un móvil de Calder (2,9 millones) y un Picasso (2,5 millones) se pueden ver en las galerías Leandro Navarro, Elvira González y Guillermo de Osma. También se puede ver un Chillida en la Galería Mayoral (1,2 millones) y un Sigmun Polke en Vera Munre (1,7 millones).

La pieza ya estuvo en ARCO en 1983 y entonces generó cierta polémica, cuesta 80.000 euros y se puede ver en la Galería José de la Mano (Pabellón 7).

La feria tiene esta 43 edición como tema central el Caribe. La feria ha ideado un espacio a modo de pequeño museo, que reúne la obra de 19 artistas que trabajan el tema desde distintos puntos de vista y alejados de estereotipos. Una de las obras es un helado de agua de mar firmado por la artista cubana Quisqueya Henríquez.

Es sin duda uno de los temas de la edición. Muchos de los artistas latinoamericanos tocan el tema de manera directa o indirecta, pero también los españoles como Santiago Sierra (Helga de Alvear).

Violeta Quisque y a Nohemi Martinez en la sección del Caribe abordan de manera directa esta temática, mientras que en el programa general se puede ver a Leandro Katz y sus códices mayas (Enrique Faria) o al histórico Rubem Valentim (Almeida & Dale).

La presencia de mujeres artistas en la feria ha subido del 43 por ciento este año frente al 19 % de hace media década.

Algunos nombres para no perderse son la histórica María Blanchard, coetánea de Juan Gris, Aurelia Muñoz -su obra está en el MOMA-, María Pratts y su proyecto sobre la maternidad, Isabel Villar y sus paisajes bucólicos, la geometría de Elena Asins o la esculturas de la prometedora Teresa Solar.

Flores, paisajes, animales y otros elementos que hablan del mundo y de la crisis climática. La habitación de flores de Allora y Calzadillo (Chantal Crousel), las plantas artificiales de Álvaro Urbano (Travesía Cuatro) o los seres del bosque de Kim Simons, son algunas de las obras que abordan esta temática desde una postura crítica.

El uso de la inteligencia artificial es todavía tímido, pero ya asoma por la feria. Algunos artistas que se apoyan en esta herramienta para dar a luz sus trabajos son Joan Fontcuberta (Galería Angels Barcelona), Daniel G. Andujar (Max Estrella) o Marina Nuñez (Rocío Santa Cruz).

Teresa Margolles y su alegato contras la muerte de latinos en Estados Unidos ('El agua de la ciudad, Dallas'), fotos de las primeras manifestaciones feministas en la Transición de Pilar Aymerich (Rocío Santa Cruz) o una carta de los derechos humanos pisoteados de Eugenio Merino, son solo algunas de las obras de contenido político que se pueden ver en la feria.

La feria muestra también lo mejor del arte español: Tàpies, uno de los grandes protagonistas de la feria por la exposición del Reina Sofía, junto con Chillida, que cuenta con varias esculturas y obra gráfica. También hay obras de Picasso, Miró, dibujos de Dalí (Mayoral) y un gran mural de Manuel Miralles.

La mayoría de grandes nombres del arte español se concentran en el pabellón 7.

El artista danés y maestro de las ilusiones ópticas tiene en el pabellón 9 una obra muy especial que no está colgada de la pared sino en el techo. Se trata de un arco semicircular montado en un espejo que crea una ilusión de un anillo gigante que atraviesa la superficie, fusionando el espacio real con el de la superficie reflejada. EFE

csr/jls

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