
La joven estadounidense víctima de una presunta violación en los lavabos de la discoteca Kapital se someterá en los próximos días a una exploración por parte del equipo psicosocial del juzgado para determinar las posibles secuelas sufridas de cara a la celebración del juicio, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
El procedimiento está a punto de concluir a la espera de la citada diligencia instada en el marco de la instrucción. La chica denunció el pasado mes de septiembre haber sido víctima de una agresión sexual bajo sumisión química en los baños de la popular discoteca de la capital.
En noviembre, la jueza dejó en libertad con medidas cautelares al investigado como autor de un delito de agresión sexual tras comparecer sobre los hechos. El hombre, de nacionalidad argentina, estaba en busca y captura por orden del juzgado. La víctima logró quitar al agresor su tarjeta de identificación.
En su declaración, negó los hechos y relató que esa noche estuvo en un bar hasta las cuatro de la madrugada sin recordar lo que hizo en las horas posteriores. Además, manifestó que había perdido dos meses antes su documentación en Lavapiés.
La jueza impuso entonces a Carlos A. V. la obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado. Además, acordó la prohibición de salida del territorio nacional con retirada de su pasaporte y se le impuso una orden de alejamiento.
La víctima, defendida por la letrada Beatriz Uriarte del despacho penalista Ospina Abogados, relató a la jueza en su declaración lo que consideró el peor episodio de su vida durante su primer fin de semana en Madrid.
La Policía sospecha que la chica sufrió la agresión sexual bajo sumisión química tras probablemente ser drogada en los reservados de la discoteca, según consta en el atestado policial. Sus recuerdos son vagos hasta que recobra la conciencia en un coche y logra escapar de dos hombres.
Según su relato, esa noche se encontraba junto a tres amigas en un reservado de la popular discoteca, situada en la calle Atocha. En un momento de la noche, le ofrecieron unos chupitos y al rato, empezó a sentirse mareada.
Sobre las cuatro, decidió ir a los lavabos y ahí un hombre con coleta y pelo canoso la abordó con violencia y la introdujo en uno de los baños, donde la violó. Recuerda que ya en el garaje, dos hombres la intentaron introducir en un coche rojo y ella se resistió.
A continuación, se tiró al suelo, siendo arrastrada por estos desconocidos. La agresión le dejó las rodillas ensangrentadas. Los agresores lograron meterla en el vehículo a la fuerza. La mujer, asustada y temiendo por su vida, les comentó falsamente que su padre era embajador y una persona con mucho poder, por lo que acabarían en la cárcel si le hacían daño.
Sin saber cómo, logró tirarse del coche en marcha y llegó a su domicilio, ubicado en una calle céntrica de la capital. Su compañera de piso la trasladó al Hospital de La Paz, donde los médicos emitieron un parte médico por la lesiones que sufrió y activaron el protocolo por agresión sexual.