Lara Malvesí
Barcelona, 9 feb (EFE).- Más de 16.000 almas se han congregado fielmente ante la diosa del perreo, el trap y el blinblín, Bad Gyal, que ha presentado en el Sant Jordi el espectáculo de la gira 'La joia. 24 karats tour', con la que se confirma como una de las exponentes españolas y de éxito itnernacional de la música urbana.
Con entradas agotadas desde hace semanas, el rugido del público que ha dado la bienvenida a la artista dejaba claro a la de Vilassar que es posible ser profeta en tu tierra.
"Estoy súper feliz por estar aquí. Es mi segunda vez en el Sant Jordi. Estoy muy agradecida por la gente que ha esperado horas para estar aquí. Hoy un día muy especial para todos. Está aquí mi familia, mi gente, mis amigos... vámonos ya para la fiesta, ¿no?", se ha arrancado.
Alba Farelo (Barcelona, 1997) ha roto el hielo con un 'medley' de tres de sus novedades de 'La joia', 'Kármika', 'La que no se mueva' y 'Perdió este culo', su última tema en plataformas.
Con vestido brilli brilli dorado minuciosamente pensado para perrear, Bad Gyal se ha hecho en seguida con un escenario con cuerpo de baile pero sin instrumento alguno, como es la tónica en los conciertos del género.
Tras 'Pop pop', 'Hookah' y 'Tremendo Culón', ha llegado el turno de escucharla en sus dúos (a distancia) con Morad, el 'Así soy', que se ha subido a cantar junto a Bad Gyal en una visita sorpresa que han celebrado los fans, felices de ver a la pareja de malotes oficial juntos en Barcelona.
Reina del movimiento de cadera, se autodenomina como "la del culo criminal", sus perreos más celebrados han sido los de 'Bota niña', la canción que firma con otra diva, Anitta.
A lo largo de la noche, Bad Gyal ha ido abriendo su 'joyero' de temazos como 'Zorra' (sí, antes de Nebulossa, la catalana ya firmó un tema en el que ironizaba con ese adjetivo), 'Mi lova', 'Qué rico', 'Real G' -que canta con el todopoderoso Quevedo- o 'Yo sigo igual'.
El cierre apoteósico, alrededor de una hora y media después, ha cogido a los asistentes calientes y sudorosos para seguir perreando los clásicos en los bises: 'Santa María', 'Chulo pt. 2' y la célebre 'Fiebre'.
Aunque la 'pussy queen' lleve más de siete años lanzando temas, 'La joia', que presenta en esta gira, es su primer larga duración, una muestra de que los tiempos de la distribución musical van cambiando y los nuevos temas se consumen como obras completas desde las plataformas, sin tener que conformar parte de un álbum puesto a la venta en formato físico, como antaño.
Entre el público, mayoría de seguidores que no llega a la treintena y mucha adolescente atraída por los himnos de la catalana, un discurso empoderante que resignifica conceptos machistas para lanzarlos como un bumerán contra los 'machirulos'.
Bad Gyal, que lleva el último año muy dedicada a la internacionalización, volverá a partir de mayo paseará por escenarios de EE.UU. como el Avant Gardner de Nueva York el día 24 o The Midway, en Chicago, el 30.
Acusada en sus inicios por 'nepobaby' (su padre es el actor Eduard Farelo) y despreciada por los 'boomers' por ser "vulgar" y "no saber cantar" por su querencia al autotune, lo cierto es que Bad Gyal ha conseguido asentarse dentro y especialmente fuera de España.
Tras el éxito de la joven que empezó inspirándose por la música jamaicana en sus inicios está su capacidad para madurar en la composición y conectar con su generación, pero también colaboraciones con estrellas globales como Karol G o Anitta.
En una entrevista a EFE, Bad Gyal se mostraba orgullosa que el propio 'El Guincho' le dijera quera "de las mejores compositoras que ha visto en el estudio".
La joven empezó cantando en catalán pero se pasó al castellano para facilitar su permeabilidad en el público internacional.
Con todo, este 'La joia' se ha quedado en su lengua materna "porque en catalán suena más bonito que en castellano 'La joya'", explica.
Pocos días antes del concierto, Bad Gyal confesaba a EFE que en esta gira "habrá momentos nuevos, pero el show seguirá estando muy arriba en cuanto a energía todo el rato".
Y así ha sido. Una fiesta 'blinblín' para perrear hasta el suelo sin romperse ni una uña por el camino. EFE
lmi/av
(foto) (vídeo)