Los Goya a Mejor Diseño de Vestuario rinden homenaje a símbolos de una época

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Madrid, 5 feb (EFE).- De prendas actuales a creaciones de época, cinco películas optan a Mejor Diseño de Vestuario en la 38 edición de los Premios Goya por haber sabido transmitir con él la identidad de los personajes.

Tres películas basadas en personajes reales, una vinculada a la realidad social de los niños trans y la adaptación de una novela compiten el próximo sábado, día 10, en la ciudad española de Valladolid por un Goya.

J.A. Bayona refleja en 'La sociedad de la nieve' la tragedia vivida en 1972 por el equipo de jóvenes universitarios uruguayos que viajaban a Chile a jugar un partido de rugby, y cuyo avión se estrelló en Los Andes.

El diseñador argentino Julio Suárez utilizó más de 4.000 prendas que transmiten desde el bienestar de la vida de los protagonistas del viaje a la cruda realidad en un ambiente hostil, piezas que tuvo que agrandar para que los intérpretes, con el paso del tiempo, "parecieran más flacos".

Debido a las condiciones ambientales y al hecho de utilizar dobles para los actores, "parte del vestuario estaba duplicado hasta siete veces", cuenta a EFE Suárez, que confeccionó a mano los jerséis de lana, piezas que exponía al sol para decolorarlas.

"Nunca se las sacaron, iban añadiendo capas para protegerse; Suárez se focalizó en las manos y los cuellos, "los rompía y los quemaba, los iba modificando en el momento"; "ellos se convierten en seres como de la caverna, quería que parecieran primitivos".

Mercè Paloma fue la encargada de vestir al reparto de 'La contadora de historias', de Lone Scherfig, una adaptación de la novela homónima del chileno Hernán Rivera Letelier.

Rodada en pleno desierto de Atacama (Chile), el vestuario se confeccionó en Madrid y Barcelona.

"Lo disfruté muchísimo porque es un bombón de vestuario y de historia", comenta Paloma a EFE, y hubo de tener mucha previsión, en un rodaje en el que el polvo era constante; además "los niños crecían y había que modificar la ropa".

Nerea Torrijos no contaba con ser nominada por su trabajo en '20.000 especies de abejas' de Estíbaliz Urresola, la historia de un niño de 8 años que siente que no encaja con la identidad que nació, no se reconoce en su nombre ni en la mirada de los demás.

Torrijos cuenta a EFE que su objetivo era "ser respetuosa con el personaje; ser realista y trasmitir al espectador una verdad que no conoce".

"Me daba miedo caer en el estereotipo. Mi mayor reto ha sido definir a un niño trans. Estuvimos hablando con asociaciones que trabajan con los más pequeños y, precisamente, el vestuario es uno de los conflictos más fuertes que tienen porque no les identifica".

María Armengol es la responsable del vestuario de 'El maestro que prometió el mar', una historia real sobre la vida de un maestro comunista que fue destinado a una escuela en un pueblo de Burgos (centro), donde vivió la Guerra Civil.

"Es una historia muy bonita y atrayente", asegura Armengol, que tuvo que lidiar con saltos de época: de la vida en un pueblo en los años 30 a la actualidad.

Piezas de alquiler se combinan con otras confeccionadas en exclusiva para el rodaje, como la camisa roja que viste el maestro, un detalle real, tal como constatan los dibujos y cuadernos de los que fueron sus alumnos.

Pese a lo que creía en un principio, vestir a los niños no resultó complicado. "Eran muy sufridos porque las prendas les quedaban pequeñas, para demostrar la escasez, y la lana de aquella época picaba".

 

David Trueba es el director de 'Saben aquell', de la que Lala Huete es la diseñadora de vestuario, una película que cuenta los primeros años en escena del popular humorista español Eugenio.

Un vestuario con tintes de los años setenta del siglo pasado, con una puesta en escena del artista con camisa negra y crucifijo en el cuello.

Inmaculada Tapia

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