Aviones que detectan atunes, sistemas capaces de capturar microplásticos, robots y más

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Raúl Casado

Madrid, 18 ene (EFE).- Casi todo son de momento prototipos en diferentes fases de desarrollo tecnológico, pero muchos darán previsiblemente el salto de la innovación y estarán disponibles en los próximos años: son aviones no tripulados capaces de localizar bancos de atunes o a un náufrago, plantas industriales capaces de capturar y eliminar el microplástico del agua, y robots, muchos robots.

Science for Industry (S4i), un evento que trata de conectar universidades, centros de investigación, empresas, instituciones y fondos de inversión especializados, ha abierto hoy en La Nave, organizado por la Universidad Autónoma de Madrid y la entidad de capital riesgo BeAble Capital, especializada en el "capital científico" que trata de enlazar a todas las partes y de movilizar activos financieros para que los proyectos innovadores no se queden aparcados por falta de fondos.

Y muchos de esos proyectos, hoy "semillas" en centros de investigación y universidades españoles, pero también prototipos ya patentados y a un paso de convertirse en productos comerciales, están expuestos dos días en el centro de innovación La Nave de Madrid.

La Universidad de las Islas Baleares expone en S4i un híbrido entre helicóptero y avión capaz de despegar en vertical, de volar en horizontal y de aterrizar en vehículos en movimiento, un dispositivo en fase de desarrollo al que pretenden incorporar complejos sistemas de inteligencia artificial para que busque lo que se le pida: a un náufrago, un banco de atunes o una mancha de aceite.

Raúl Sánchez, uno de los tecnólogos que está detrás de esta nave no tripulada, ha explicado a EFE que se trata de un sistema abierto que se puede instalar en cualquier lugar, pero ha destacado entre sus posibles aplicaciones futuras las relacionadas con el salvamento marítimo, la investigación oceanográfica, la pesca sostenible o el control de fronteras.

La Universidad de León presenta el pan sin gluten que han logrado elaborar gracias a un alga (Himanthalia elongata) muy abundante en el mar y que se caracteriza por su alto contenido en vitamina C y minerales y por ser una fuente de aminoácidos y de ácidos grados como el omega 3, un compuesto que se asocia con diferentes funciones positivas.

Captoplastic fue una empresa "emergente" que nació en la Universidad Autónoma de Madrid -que forma parte todavía de su accionariado- y que ya ha desarrollado una planta industrial capaz de capturar, separar y eliminar los microplásticos del agua de una forma muy eficiente (elimina hasta el 90 por ciento de esos residuos) y sostenible (0 residuos al final del proceso).

Su responsable, Raquel Parra, ha detallado a EFE, junto a la planta demostrativa que han llevado a las jornadas, cómo consiguen capturar los microplásticos y librar al agua de esos contaminantes, y ha asegurado que ya han comprobado y demostrado la eficacia de esta tecnología en las situaciones más complejas, como puedan ser en las estaciones depuradoras de aguas residuales; "todo el agua que llegue a un río o al mar estaría libre de microplásticos".

La profesora Fátima Pérez, que compagina su labor investigadora y docente en la Universidad de Salamanca, muestra el dispositivo que han desarrollado, de momento un prototipo, para ayudar a las personas con patologías neurológicas o problemas de movilidad: un sistema que combina la comunicación inalámbrica y la realidad virtual para registrar y mejorar movimientos.

Fátima Pérez ha explicado a EFE que una vez desarrollado el prototipo tratarán de validar su efectividad, de comprobar los resultados con pacientes y de conocer también si es capaz de diagnosticar enfermedades, y ha confiado en que pronto se convierta en un dispositivo que esté a disposición de los pacientes que lo necesiten en los centros sanitarios.

Son ejemplos de la exposición que acompaña las jornadas Science for Industry, que han sido hoy inauguradas por la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, que tienen el foco puesto en la principal asignatura pendiente del sistema de ciencia español, la falta de transferencia, y en la importancia de conectar el conocimiento con la industria para que ningún proyecto se quede aparcado en un laboratorio. EFE

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