Huelva, 10 ene (EFECOM).- La descarbonización y la transición energética requieren de energías verdes que permitan cambiar los combustibles actuales por otros menos contaminantes, uno de ellos es el metanol verde, que jugará un futuro protagonista en sectores como el transporte marítimo, el aéreo o la industria química.
Para su producción es necesario el desarrollo de instalaciones de alto coste que requieren de alianzas empresariales como la que han sellado Cepsa y C2X para construir en Huelva la mayor planta de metanol verde de Europa.
El metanol verde, también denominado e-metanol, es un combustible basado en fuentes de energías renovables como la biomasa o la captura de moléculas de dióxido de carbono (CO2), frente al gas natural en el que se basa el metanol tradicional.
Para la producción de este compuesto químico es necesario el hidrógeno verde, que se obtiene a través del proceso de la electrólisis, mediante el cual el hidrógeno se separa de la molécula del agua utilizando electricidad procedente de fuentes renovables, consiguiendo una energía verde y limpia de emisiones de CO2.
Su forma de producción y el estar basado en fuentes de energías renovables hace que el metanol verde sea una alternativa sostenible para sectores que, en la actualidad, gastan enormes cantidades de gasóleo como el transporte marítimo, el aéreo u otros como el de la industria química.
Las empresas son conscientes de la necesidad de dar ese paso hacia combustibles sostenibles, así como de las inversiones millonarias que se requieren para la construcción de instalaciones para la producción de estas energías.
De ahí que se estén produciendo alianzas entre ellas para desarrollarlas.
Entre esos se encuentra la de Cepsa y C2X, filial de Maersk, segunda naviera del mundo, que promueven en el Puerto de Huelva donde construirán la mayor planta de metanol verde de Europa y una de las cinco mayores del mundo.
Ambas compañías prevén invertir hasta 1.000 millones de euros en estas instalaciones, cuyo proyecto industrial esperan que esté redactado en 2025, en las que se producirán hasta 300.000 toneladas anuales de metanol verde evitando la emisión de hasta 1 millón de toneladas de CO2.
Además de los beneficios medioambientales destacan los sociales y económicos ya que se prevé la creación de 2.500 puestos de trabajos directos e inducidos.
El desarrollo de proyectos de este tipo ha de venir acompañada de un aumento exponencial de la potencia de energía renovable actualmente instalada, de ahí que esta sea una de las principales reclamaciones que realizan las empresas que pretenden ser las protagonistas de esa transición energética. EFECOM
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