Madrid, 28 dic (EFE).- Uno de cada cuatro estudiantes de 12 y 13 años ha probado alguna vez un cigarrillo electrónico, más las chicas que los chicos, y más de dos tercios, el 37,7 %, ha consumido una bebida energética en el último mes, un 10 % mezcladas con alcohol.
Así se desprende de un estudio piloto sobre consumo de alcohol, tabaco y posibles adicciones comportamentales en menores de 12 y 13 años elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) de forma simultánea a la Encuesta Escolar sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanza Secundaria (Estudes).
Realizado con 8.000 estudiantes de 1º y 2º de la ESO, es el primer estudio de hábitos de consumo en esta franja de edad y que se centra en las dos sustancias legales más frecuentes con las que conviven estos estudiantes -alcohol y tabaco-, y en conductas con potencial adictivo como son los videojuegos o internet.
Lo que se esperaban los responsables del PNSD era, según ha declarado el delegado del Gobierno, Joan R. Villalbí, "conductas más prudentes" que las de sus mayores, la de los chicos de 14 a 18 años analizados en Estudes.
Y lo que se han encontrado, efectivamente, es que "hay consumos muy pequeños" de bebidas alcohólicas con respecto a sus mayores, pero "hay una proporción nada despreciable" de los que lo han probado en el ultimo mes.
Según la encuesta, el 34,6 % de los estudiantes de 12 y 13 años reconoce haber consumido alcohol, al menos, una vez en su vida; la cifra va descendiendo a medida que se acorta el período temporal, de forma que en los últimos 12 meses han tomado alcohol el 30,6 % y un 21,5 % en el último mes.
Por sexos, el consumo de esta sustancia alguna vez en la vida y en el último año es muy similar; sin embargo, en los últimos 30 días, la prevalencia en ellos es ligeramente mayor (22,3 %) que en ellas (20,6 %), justo al contrario que en el grupo de 14 a 18 años, en el que el alcohol está más extendido entre las chicas en todos los tramos temporales.
¿Y dónde lo consiguen? Sobre todo en tiendas de barrio (41,6 %), en casa de otras personas (40,8 %) o en sus propias casas (33,2 %).
En la Delegación inquieta "un poquito más" los patrones de consumo de riesgo; en este apartado, un 2 % se ha intoxicado y un 3 % ha participado en un botellón, cuando en los adolescentes de 14 a 18 años, el porcentaje de ambos casos se eleva al 20 %.
Por último, apunta Villalbí, en todos los tramos temporales y para todos los tipos de consumo se aprecia un incremento de las prevalencias entre los alumnos cuyos progenitores beben alcohol frecuentemente.
El estudio también se hace eco del consumo de bebidas energéticas: hasta el 37,7 % de los estudiantes de 12 y 13 años ha tomado Red Bull, Burn, Monster, Coca-Cola Energy u otras en los últimos 30 días, y un 10,2 % mezcladas con alcohol.
Las cifras se incrementan a medida que aumenta la edad, de modo que en los de 14 a 18 se duplica el uso de bebidas energéticas mezcladas con alcohol (19,5 % frente al 10,2 %).
La prevalencia de consumo de tabaco es "relativamente baja" en estas edades: el 8,5 % reconoce haber fumado tabaco alguna vez en su vida (6,5 % en el último año y 4,1 % en el último mes). El hábito está más extendido entre las chicas que entre los chicos con independencia del tramo temporal.
A más edad, más consumo, de modo que el grupo 14-18 llega a quintuplicar al de 12-13 años para el tramo temporal del último mes (de 4,1 % a 21 %).
Menos de un 1 % de los pequeños se han convertido en fumadores diarios, muy por debajo de los mayores, de los que casi un 35 % lo han probado y un 7 % fuman diariamente.
En cambio, en la primera adolescencia "están muy presentes los cigarrillos electrónicos, y ha sido "una relativa sorpresa" encontrar una cifra de los que lo han probado "nada despreciable": hasta un 25 % ha fumado uno alguna vez en su vida (un poco más las chicas) y entre un 10 % y un 12 % en el último mes.
La edad es un factor clave: los alumnos de 13 años prácticamente duplican a los de 12 años en el último mes (14,5 % frente al 7,6 %).
"Son cifras sorprendentemente altas, muy superiores a la del tabaco, cuando estamos viendo que los cigarrillos electrónicos son la puerta de entrada al mismo", ha advertido Villalbí.
El uso de videojuegos en esta franja de edad supera el 90 % frente al más del 60 % de los de 14-18; a medida que pasa el tiempo, disminuye su uso en chicas, que en cambio utilizan más internet y las redes sociales.
Lo preocupante es que un 14,5 % de los adolescentes de 12 y 13 años contestan preguntas que "sugieren que podrían estar haciendo un uso problemático", algo que es más frecuente en chicas (18 %) que en los chicos (11 %).
Mientras que en los más mayores, el posible uso problemático de internet aumenta hasta el 20,5 %, un incremento que se hace más evidente en las chicas (25,9 %).
Respecto al trastorno por uso de videjuegos, que está reconocido por la OMS como una enfermedad, "se aprecian indicios" de que podría estar presente en el 6 % de los estudiantes de 12-13 años, y es más frecuente en los chicos (9 %) que en chicas (3 %), con consumos que llegan a superar las 4 horas diarias. EFE
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