235 fallecidos por incendios o explosiones el pasado año en España,cifra récord desde 2010

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Pozuelo de Alarcón (Madrid), 24 nov (EFE).- Un total de 235 personas perdieron la vida en un incendio o una explosión el pasado año, la cifra más alta desde 2010, año del primer Estudio de Víctimas de Incendio y Explosiones en España, elaborado por Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB).

De acuerdo con la última edición del informe, presentado este viernes y que recoge datos de los servicios de bomberos y de los institutos de medicina legal y ciencias forenses de las diferentes comunidades autónomas, los 199 incendios mortales de 2022 hicieron que aumentase un 15 % los decesos respecto a un año antes.

Desde que se elaboró el primer informe en 2010 la cifra ha ido variando, siempre por encima de las 120 víctimas, y alcanzó su anterior pico en 2017, cuando este tipo de suceso se cobró la vida de 212 personas.

El total de 235 víctimas, 143 hombres (61 %) y 92 mujeres (39 %), supone un índice de casi cinco muertos por cada millón de habitantes. 220 murieron por un incendio y 15 por una explosión, mientras que 176 se registraron en viviendas, lo que también significa la cifra más alta en este ámbito desde que se elabora el estudio.

La mayoría de incidentes (175) se saldaron con un solo fallecido, aunque un incendio en una residencia de mayores de Valencia ocurrido en enero segó la vida de 9 personas.

También fueron especialmente trágicos el incendio forestal en la Sierra de la Culebra (Zamora), con cuatro víctimas, o los sucedidos en viviendas de Barcelona y Álava, con cuatro y tres muertes respectivamente.

"El año 2022 sólo admite un calificativo a la hora de valorar los datos de muertes en España por incendios de todo tipo: Nefasto", resalta el documento.

 Los mayores son los más vulnerables 

 El grupo más vulnerable frente a los incendios, tanto en viviendas como a nivel general, son las personas mayores de 64 años, grupo de edad del que fallecieron 121 personas el año pasado.

Los tramos más elevados son los comprendidos entre 60 y 64 años, con 27 víctimas, y los de entre 65 y 69 o 80 y 84, con 26 respectivamente.

No obstante, el mayor número de fallecidos se sitúa en el grupo de más de 94 años, con 36 muertos por cada millón de habitantes.

El riesgo de morir de las personas que viven solas se multiplicó por seis, subraya el informe, algo que se agrava para los ancianos, que también sufren la limitación de sus capacidades y sus viviendas tienen instalaciones obsoletas.

Dos de cada tres fallecimientos son causados por la intoxicación por humo o gases tóxicos derivados del fuego, seguido de las quemaduras (27,7 %).

Los responsables de estos fuegos mortales suelen ser aparatos o equipamientos eléctricos (16,5 %), productos que desprenden calor (14,2 %) o personas fumadoras (9,7 %).

Además, del estudio se desprende que el 57 % de las muertes se producen durante la noche y que el 59 % ocurren en los meses más fríos, siguiendo la pauta habitual de otros años y que indica que "la mortalidad por incendios está directamente ligada con las bajas temperaturas y el uso de sistemas de calefacción".

Por ello, la Fundación MAPFRE y la APTB exigen una política que "fomente la colocación de sistemas de detección de humo en casas particulares", donde existe mayor "margen de maniobra para reducir los trágicos números".

De esta manera, indica el informe, se lograría homologar la legislación española con la francesa, la británica o la alemana, países donde estos aparatos son obligatorios.

En 2022 se puso en marcha una comisión de trabajo liderada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana con este fin, que los autores del estudio esperan que de sus frutos "en unos pocos meses". EFE

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