Madrid, 22 nov (EFECOM).- El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha defendido la necesidad de invertir en la extracción de gas para favorecer la descarbonización de la economía, lo que debe ir acompañado de políticas que apoyen el tejido empresarial.
"Si no invertimos en gas y petróleo, subirán los precios y los países del Tercer Mundo seguirán comprando carbón, principal causa de la emisión de CO2 a la atmósfera, lo que hará que éstas no dejen de subir", ha destacado Imaz en la decimotercera Jornada Anual de Esade Alumni Madrid.
Asimismo, ha añadido que la compañía buscará realizar prospecciones en otros regiones fuera de Europa -principalmente Norteamérica- para garantizar que los países del viejo continente no padezcan de dependencia energética de terceros, como sucedió con el caso del gas ruso, cuya falta desencadenó una fuerte escalada de precios en 2022.
Imaz también ha señalado que es importante contar con "políticas realistas" y "garantía de suministro" en el caso de las distintas refinerías que opera la empresa, con sede en Madrid.
"Tenemos que apostar por un modelo de mayor competitividad para el país", ha puntualizado el directivo, quien ha valorado el papel transformador de la industria en el nivel socioeconómico de la población, al ofrecer una vía para "mejorar los salarios y dar oportunidades laborales a los jóvenes".
Por otro lado, el consejero delegado de Repsol ha remarcado la importancia de la descarbonización para la entidad, que destina el 40 % de sus inversiones en bienes de capital (Capex) en la tarea de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas por su actividad.
La compañía pretende alcanzar las 0 emisiones netas en 2050, en línea con los objetivo establecidos en el Acuerdo de París -tratado internacional sobre el cambio climático-, aunque espera reducir la expulsión de CO2 a la atmósfera un 15 % en 2025.
Para lograr dicha misión, Repsol potencia su cartera de proyectos de energías renovables, que cuenta con un capacidad instalada de 3.870 MW (megavatios) y con la intención de alcanzar los 20 GW (gigavatios) en 2030, y adapta sus cinco plantas en España para que produzcan combustible con materias orgánicas como aceites vegetales. EFECOM
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