Madrid, 7 nov (EFE).- Andrei Ratiu no olvidará nunca su debut en Primera División. Lo hizo en el Santiago Bernabéu, frente al Real Madrid, y del partido salió reforzado y pidiendo paso en el equipo titular a Francisco Rodríguez, su técnico, que tiene depositadas muchas esperanzas en él.
Más de dos meses ha tenido que esperar el internacional rumano para jugar sus primeros minutos en Liga con el Rayo, club al que llegó el pasado 26 de agosto procedente del Huesca.
Eclipsado por Iván Balliu, titular indiscutible para Francisco Rodríguez, como anteriormente lo fue para Andoni Iraola, Andrei ha tenido que esperar pacientemente su oportunidad, que precisamente llegó por la baja por lesión de su compañero.
En un escenario que a muchos jugadores puede impresionar, Ratiu, de 25 años, se creció como futbolista y demostró el aplomo de los veteranos. Sobre el césped le tocó lidiar con Vinicius Júnior, al que frenó en seco en varias ocasiones, como el esprint que le ganó mediada la segunda parte con una velocidad superior a la del brasileño.
Esa velocidad es uno de los puntos fuertes de Ratiu, que la pasada campaña llegó a alcanzar, vistiendo la camiseta del Huesca, una velocidad punta de 35,8 kilómetros por hora frente al Real Sporting de Gijón, según estadísticas de LaLiga.
En el Rayo están muy confiados en sus cualidades y prueba de ello es la apuesta que han hecho por él con un contrato para cinco temporadas, hasta 2028.
"Su partido fue de sobresaliente. Ratiu es un jugador que conocíamos perfectamente de su etapa en Segunda con el Huesca. Sabemos el potencial que tiene. Él lo sabe y la confianza es máxima, lo que pasa es que también tenemos un jugador que ha venido haciéndolo muy bien como Iván Balliu, que no jugó por sanción, y la verdad que ha estado de diez. Estamos muy contentos porque al final se lo merece y porque ha estado preparado. En el día a día trabaja a todo para esto, para cuando le llegara el momento, estar preparado y darle al equipo lo que necesitáramos de él", confesó Francisco tras el último partido.
Andrei Ratiu llegó a un pequeño pueblo de Teruel, Aguaviva, con seis años y allí empezó a forjar su carácter y sus cualidades con el balón. En categoría infantil el Villarreal se fijó en él y entró en su cantera. Fue escalando peldaños hasta ser convocado con el primer equipo en alguna ocasión, aunque sin llegar a debutar en Primera, solo en la Liga Europa contra el Valencia el 18 de abril de 2019.
La temporada 2020/2021 la pasó en Países Bajos, en el ADO Den Haag, y tras su regresar a España se marchó al Huesca, en el que jugó las dos últimas temporadas alcanzando un buen nivel.
En Rumanía su progresión tampoco pasó inadvertida y el 2 de septiembre de 2021, tras disputar los Juegos Olímpicos, debutó frente a Islandia con la selección absoluta, de la que actualmente es habitual.
La próxima jornada, frente al Girona, líder, Francisco tendrá que elegir si vuelve a apostar por Iván Balliu, que venía siendo titular, o si da la oportunidad a Andrei Ratiu, que aprobó con nota su examen de debut en el Santiago Bernabéu. EFE
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