Madrid, 26 oct (EFE).- Los problemas de salud mental son más visibles que hace unos años, pero continúan siendo un tabú cuando se trata de trastornos graves, como la esquizofrenia, entonces hay un sentimiento vergonzante y miedo al estigma y la población afectada calla y no consulta por miedo al rechazo.
"La depresión se comprende, pero no la esquizofrenia" es uno de los mensajes que ha trasladado este jueves el jefe de Psiquiatría y Psicología Clínica del hospital Fundación Jiménez Díaz, Enrique Baca, que junto a otros expertos ha participado en la jornada "Hablemos de salud y bienestar mental" organizada por elDiario.es.
"Todos tenemos tristeza y la comprendemos pero es difícil de entender el trastorno mental grave, que alguien no sepa en qué mundo está, tenga alucinaciones o delirios. Eso a todos nos produce rechazo", ha subrayado.
Baca también ha desterrado la idea de que los problemas mentales acarreen "peligrosidad social". "Es todo lo contrario, una persona con trastornos psicológicos graves tiene más posibilidades de que abusen de ella o que la estafen".
También la presidenta de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, ha apostado por "no poner caras extrañas" cuando alguien dice que padece un trastorno mental y no ocultar que se va al psicólogo o al psiquiatra.
"Empecemos a decir qué pasa, sin miedo y sin sentimiento vergonzante, así se conseguirá poner en primera línea el bienestar emocional", ha señalado.
Esta jornada ha contado con la subdirectora de Salud de Cruz Roja Española y coordinadora del 024, Fátima Cabello, que ha puesto en valor esta línea telefónica, que trata de manera individualizada a cada persona con ideación o tentativa suicida
Cabello ha informado de que durante el año y medio que la línea lleva en funcionamiento se han atendido 173.000 llamadas, según datos a 30 de septiembre. Y el 4,3% de ellas (unas 7.400) se han derivado a emergencias.
Mientras, otra de las ponentes, Dolors López, autora de "Te nombro", un libro sobre su vivencia personal tras el suicidio de su hija, ha puesto el acento en el 024 que evidencia que el suicidio es un "problema social", como en su momento el 016 puso el foco en la violencia de género.
López ha pedido recursos en Atención Primaria, que es donde primero se detecta la conducta suicida, pero también en la formación del profesorado dado el aumento de tentativas en adolescentes.
En la jornada se ha abordado la salud mental en niños y jóvenes. El psicólogo en el hospital HLA Moncloa Santiago Pérez ha apostado por normalizar las consultas al psiquiatra y al psicólogo de los adolescentes porque ello permite la detección precoz.
Y si bien ha coincidido que las primeras cribas se hacen en los colegios, otro escenario importante es el hogar, donde hay que incidir en la formación de los padres para que reconozcan la sintomatología.
Este experto que también es director de la unidad de psicología del hospital HLA Montpellier ha explicado que un niño puede tener un trastorno grave como una psicosis infantil, pero no se le puede tratar como a un "adulto pequeño", "es un error".
Un menor te puede hablar con otro tipo de síntomas, como psicosomáticos, porque la verbalidad no la tiene desarrollada. Por ejemplo, según este experto, "un niño puede decir que le duele la barriga, el pediatra considera que está perfectamente, pero él no quiere ir al colegio y es que algo ocurre".
Por su parte, el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, ha subrayado la insuficiencia de recursos y ha informado de listas de espera de hasta seis meses para una consulta de salud mental en menores de 18 años, mientras que en el caso de adultos llega al año.
Cooklin sí ha reconocido que hay protocolos que se activan rápidamente en los servicios de urgencias en situaciones de riesgo.
Sobre las adicciones en la infancia y la adolescencia, la psicóloga Gabriela Paoli ha admitido que con el acceso precoz a las tecnologías (desde los 8 y 9 años), "de alguna manera les robamos la infancia".
"Dejan de jugar, de leer y ello les lleva al sedentarismo, al aislamiento y a la falta de habilidades emocionales, y eso tiene efecto en su autoestima y en su salud mental".EFE
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