"Te estás jodiendo la vida", un manual frente a la "estafa" de la psicología positivista

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Olivia Alonso

Madrid, 21 oct (EFE).- "Te estás jodiendo la vida", el nuevo libro de Buenaventura del Charco es un canto contra la psicología positivista de la "mejor versión" y los objetivos, que, según el terapeuta, es una "estafa", que convierte al ser humano en producto de consumo y genera unos efectos psicológicos brutales.

"Siempre consideré ridícula la idea de la industria de la felicidad y del desarrollo personal, para mí se parecía a la psicología de verdad como el porno al sexo; pero me empezó a preocupar con el aumento de pacientes con sentimiento de culpa por no ser positivos y alegres. Pensé que era atroz y deshumanizado y que había que hablar de ello".

Ese fue el detonante que llevó al experto en salud mental, "marbellí de nacimiento y granadino de adopción", a arremeter contra la auto exigencia perfeccionista (el juez interno) y la auto crítica (el verdugo).

En una entrevista con EFE subraya que estas "supuestas herramientas" tienen unos efectos psicológicos brutales: "de lo peor que le puede ocurrir a una persona" y explican por qué en un momento de comodidad y bienestar material "tenemos más tasas de enfermedad mental que nunca".

Advierte de que a esa situación "no se llega porque la gente se vuelva gilipollas", sino por el "modo de entender la vida". "Nos exigimos en la estética, en el ocio, etc. ¿Cómo no vamos a estar agotados, deprimidos, frustrados o ansiosos ante la sensación de no llegar a nada?", se lamenta.

Y asegura que eso aboca a trastornos de alimentación o evasiones de la presión mediante el consumo, porque "por algún lado tiene que saltar la tapa", lo que "empuja a la enfermedad mental de una manera brutal".

En las 300 páginas del manual (Planeta), Del Charco insiste en que "estamos perdiendo la libertad como individuos", al ser "esclavos del éxito" y de hacer las cosas pensando si van a gustar a otros. "Así te desdibujas mucho de quien eres realmente".

"El rechazo es el precio de la libertad", insiste el psicólogo, y critica también "la tecnificación actual": "hay estudios de todo, que te dicen la manera adecuada de comer, de estudiar o de practicar sexo".

Al profesor de la Universidad y del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada le preocupa también el incremento de casos que ve en consulta de pacientes que reconocen que "todo les va bien, pero que no están bien".

"Ya no son esas depresiones del que no se atreve a salir de la cama en cama sin ganas de hacer nada ni energía", sino que producen una nueva forma de malestar provocado por el funcionamiento de la sociedad y ya denominada como "depresión altamente funcional".

A su juicio, la sociedad de consumo "está privatizando el malestar humano", al responsabilizar al individuo de su ansiedad por no tener herramientas para manejarla sin relacionarla con "tener un contrato temporal, 30 años o vivir con los padres sin poder tener hijos ni un planteamiento vital".

"Que la sociedad de consumo te haga sentir continuamente que no eres suficiente. ¿Eso no tiene nada que ver con la salud mental?, se pregunta el experto, mientras califica de "perverso" el "tener al capitalismo y a la productividad como marco epistemológico".

Lamenta el psicólogo "el nivel de soledad que experimentamos como sociedad en un momento en el que cada vez la vida nos pone más difícil estar con gente y cuando estamos en contacto cada vez es menos real".

"En esta sociedad exitocéntrica tenemos más miedo al rechazo y necesitamos más la aprobación del otro, así que nos atrevemos menos a ser honestos y a tener encuentros reales porque siempre estamos pensando en nuestra proyección de imagen y en ser políticamente correctos", critica.

Y vuelve a atacar a los "psicólogos de la autoayuda": "todavía no les he oído aconsejar a un paciente que saque tiempo para hablar con su abuela. Es que incluso cuando se refieren a esas cosas las tecnifican y te recomiendan cuantificar los abrazos o los besos que tienes que dar al día".

El psicólogo reivindica la autocompasión -"que te conmueva tu dolor, y como consecuencia de eso pelees"- frente a la autoexigencia, que, asegura, lleva al abandono: "si estoy todo el día diciéndome que no soy una persona válida, ¿por qué voy a pelear por algo que no vale nada?".

Y advierte que de este sentimiento se pasa a la "tristofobia nihilista" que impregna la sociedad actual, ya que "si no me quiero no estoy dispuesto a pasarlo mal", y ahí "empiezan las pastillas o la necesidad de tapar las cosas con compras, citas, deporte, éxitos o logros".

En este sentido, advierte de su preocupación también por el ascenso de "la neo-versión del desapego budista mal entendido: como no quiero sufrir me anulo como individuo y renuncio a la vida".

Ante ella, anima, a reivindicar "nuestra humanidad y valores personales" para "volver a ser nosotros mismos y sentirnos satisfechos con los que somos y tratarnos con decencia y respeto". EFE

oli/ltm

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