Madrid, 11 oct (EFE).- La Fiscalía Antidroga ha pedido al juez Santiago Pedraz que remita a los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid el caso del brigada de la Guardia Civil imputado tras descubrirse que había revelado a una mujer haber realizado prácticas ilegales en la investigación de una causa de narcotráfico, confesiones que fueron grabadas y aportadas a esa causa.
En su escrito al magistrado de la Audiencia Nacional, al que ha tenido acceso EFE, Antidroga considera que el delito del artículo 536 del Código Penal por el que se investiga a este guardia civil y que penaliza las escuchas ilegales por parte de funcionario público, no es competencia de la Audiencia Nacional, y por tanto cree que procede remitir las actuaciones a los Juzgados de Instrucción de Madrid.
Según la fiscal, "si bien las vigilancias e interceptaciones supuestamente ilegales se habrían desarrollado en diversos sitios (Las Rozas, Móstoles, Tres Cantos), el lugar donde supuestamente se habrían planeado y puesto en funcionamiento sería el de la sede de la oficina del investigado".
En este mismo escrito, Antidroga rechaza asimismo la petición de una de las defensas en la causa de narcotráfico de que se realice un cambio de investigadores, con el argumento de que la imputación de este guardia civil no significa "ni que tal conducta deba darse por probada, ni mucho menos hacerse extensiva al resto de miembros de la Unidad".
"La validez de la credibilidad del testimonio de los demás agentes deberá ser valorada en el acto del juicio oral, en su caso", advierte.
En su declaración como investigado, el brigada Sergio Bravo sostuvo que sus confesiones sobre prácticas ilegales eran en realidad una trampa que tendió a la mujer para tratar de desenmascararla porque sospechaba que era un "topo" de la organización investigada en la operación Aguila-Frozen contra el narcotráfico.
Bravo, que en el momento de los hechos era sargento primero, explicó que tenía esa sospecha, pero que al no tenerlo totalmente seguro no le informó de ello a su superior y siguió por su cuenta contándole esas ilegalidades para ganarse su confianza. "Soy el más ilegal de los ilegales", le llegó a decir en una de esas confidencias, según consta en la grabaciones remitidas al juez.
En el marco de esa presunta estrategia para descubrirla, relató que mantuvo varios encuentros con ella, y si bien en un principio no reveló que uno de ellos se produjo en un hotel, ante la insistencia en esa pregunta, terminó reconociendo que estuvieron conversando unas horas en un establecimiento hotelero de la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid.
Para conocer con exactitud el tiempo que estuvo la pareja en el hotel y si se llegó a alojar en él, Pedraz pidió información "acerca del método de pago" de la habitación en la que la que se habría alojado la pareja entre la "tarde-noche" y la madrugada del 21 al 22 de abril de este año.
Datos que obran ya en manos del juez y con los que queda constancia de que la reserva del hotel y el pago de la habitación, 102 euros, corrió a cargo del brigada.EFE
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